Diversiones chidas
Existen varios tipos de diversión entre los jóvenes; desde un juego de mesa hasta un salto en paracaídas, dependiendo de qué tanta adrenalina o aburrimiento tengan las personas que quieran divertirse, que quieran distraerse de su trabajo, de la escuela o para romper la rutina diaria.
Hoy en día gran parte de los jóvenes no son ajenos a este tipo de diversiones, pero como podemos imaginar, ellos quieren marcar tendencia, enfrascándose en sus múltiples intereses, como redes sociales, amigos, música, TV, cines, fiestas, paseos, deportes, conciertos, romances y gustos. Pero a veces se tornan en diversiones no tan sanas. Es decir, a lo que le llaman “pedas”, cotorreos, fiestas nocturnas, etc. Muchos de los padres siguen cuestionando cómo es que antes sin tanta delincuencia o miedo se le dejaba salir, aunque con muchas reglas y horarios. Hoy en día los jóvenes también son pachangueros, con bebidas al alcance de su bolsillo o lugares diversos para convivir. Y se les deja salir con tanto miedo a que ni siquiera regresen a casa, mejor que se queden en casa de los amigos. Es cierto en el país existe delincuencia, violencia y autoridad incompetente. ¿Pero? ¿Quiénes son los verdaderos responsables?
¿Son los jóvenes, aquellos que su libertad crece día a día y viven sin esperar qué es lo que deparé el día de mañana? ¿Por qué no? La vida es una, siempre y cuando las responsabilidades no se olviden, todo estará perfecto, sin dañar su mente y su cuerpo tan bruscamente. Disfrutar un cotorreo sin preocupación, todo con medida y solo diversión
Hay que dejar atrás el “estás confundiendo la libertad con el libertinaje”. Mientras los padres vean una buena actitud del joven ante sus verdaderas responsabilidades u ocupaciones, nada de lo “no esperado” pasará.
En este sentido las familias más comunicativas y unidas son las que entienden el concepto. Bien dicen que quién enseña bien, de ningún árbol se tiene que agarrar. Mientras una familia, les enseña a los hijos desde pequeños las pautas necesarias para su verdadera formación, con valores, sin miedo a que sus hijos caigan en una adicción, porque desde la familia existe el límite y el aprendizaje.
Aún se sigue creyendo que porque una mamá le dé una cerveza a su hijo de 16 años está haciendo un mal; ella está prefiriendo a que su hijo tenga la confianza de tomar una cerveza enfrente de ella y enseñándole a que más adelante alguien más desconocido le enseñe a su hijo de una mala forma.
Aquel papá que tiene la comunicación con su hija de sus noviazgos está prefiriendo que su hija salga con su novio enfrente de él, a que otras personas la ayuden a ocultar su relación.
Hay muchas ideologías contrarias a esta, pero bueno, en pleno siglo XXI las cosas cambian y año con año seguirán cambiando, se deseé o no.
CUÁNDO SE HA CULTIVADO LA CONFIANZA CON LOS HIJOS, EL DIÁLOGO SALE NATURAL
Anónimo
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