“Y yo pensé que una estrella fugaz era una estrella muy bonita que tenía miedo de brillar y huía lo más lejos posible.”
Joël Dicker
Las pléyades son un cúmulo de estrellas que se pueden apreciar a simple vista, es un conjunto de siete puntos brillantes (aunque la mayoría de las veces sólo se ven seis); en realidad, este grupo de estrellas alberga una cantidad entre 500 y 1000 cuerpos celestes entre enanas blancas y marrones. Este grupo de estrellas está relativamente cerca (aproximadamente 440 años luz) en comparación a los demás cúmulos estelares.
La importancia de estas estrellas es que han llamado la atención de las civilizaciones humanas desde la antigüedad, generando leyendas y parte de la cultura universal, por todos los significados y relevancia científica que propicia su estudio. Principalmente, las Pléyades en el ámbito de la astronomía han sido utilizadas para calcular su distancia y con esto establecer una escala de magnitudes de distancias y además, de luminosidades; esta información es posible mediante el uso de una herramienta llamada diagrama de Hertzsprung-Russell (comúnmente abreviado como diagrama H-R), este gráfico muestra el brillo de una estrella de acuerdo a su temperatura de color; las estrellas azules son más calientes que las rojas.
Desde hace miles de años, los hombres le han dado varios significados a las Pléyades, nombre que por cierto, es adoptado desde la antigua Grecia. Para ellos, las Pléyades eran las siete hijas del titán Atlas y Pléyone, eran ninfas del cortejo de Artemisa; debido a su belleza, muchos dioses importantes como Zeus, Poseidón y Ares, tuvieron hijos con ellas a excepción de Mérope quien tuvo un romance con un mortal y debido a esto se representa como la estrella que casi no brilla por la vergüenza. El mito indica que Atlas fue castigado a sostener el cielo como castigo, Orión perseguía a las Pléyades y Zeus las trasformó en estrellas para rescatarlas y consolar a su padre.
En la cultura de la India, se mencionan como las seis krittikas, que son las ninfas que criaron al dios Kartikeia.
Para los mayas su importancia radicó como la base del calendario civil Haab en el ciclo anual de las Pléyades y creían que eran el origen de su cultura, son llamadas Tzab-ek. Además son mencionadas en el Popol Vuh bajo el nombre de Motz que significa “montón” y que se originaron cuando Zinpacná (un demonio caimán) mató a 400 guerreros y Kukulkán puso sus almas en el cielo.
En la cultura inca, las Pléyades eran indicadoras de varios procesos agrícolas ya que determinaban los tiempos de siembra y cosecha, además de determinar el inicio del año inca. La aparición tardía y precipitada de estas estrellas permitía adelantar o retrasar las siembras.
Para los Rapanui (pobladores de la isla de Pascua) también significaron un tipo de calendario y posiblemente como guía para navegación.
Se sabe que las Pléyades son visibles a simple vista, pero, ¿Cómo es posible encontrarlas? En México, es muy sencillo por la referencia a otro grupo pequeño de estrellas que desde niños hemos conocido muy bien. La constelación de Orión tiene una singularidad en la parte de su cinturón, la forman tres estrellas a las que hemos nombrado “Los tres reyes magos”, a la derecha de estas hay un grupo vertical de cinco estrellas que forman el “arco” de Orión, al trazar y prolongar una línea entre el cinturón y la estrella superior del arco se ubica una estrella brillante llamada Aldebarán, después de esta y casi en la misma proyección de la línea se encuentran las Pléyades.
Sin duda, las estrellas han sido las eternas compañeras del hombre, son como un reflejo de cada persona que habita en la tierra, las historias que se guardan en el cielo son el libro de historia del universo.
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