lunes, 18 de junio de 2018

En tránsito... Por: Jesús Ricaño Herrera

EL APARTADO DE LUGAR


Parece una especie de epidemia en algunas zonas de las ciudades encontrar rejas, sillas, mesas, anuncios y toda clase de obstáculos en el arroyo de circulación, sobre todo frente a negocios.

¿Qué mueve a una persona a apartar un lugar en la vía pública para, o por, su negocio? Pues bien, uno de los motivos principales es garantizarle en la calle al dueño o al encargado del comercio un espacio para su automóvil o camión, para carga o descarga, quizás simplemente para evitar la fatiga.

Otro motivo poderoso es dejarle a un cliente habitual un lugar disponible en medio de la batalla cotidiana por hacerse de un estacionamiento gratuito, hemos escuchado también, que muchas personas apartan lugar por la simple razón de que los autos frente a sus locales le “quitan vista”, es decir, los consumidores se verían impedidos de ver las mercancías de estos establecimientos y luego perder la oportunidad de vender, es decir, pierden según ellos, clientes.

Por el lado de los particulares, como ya sabemos, encontrar un sitio donde estacionarse en la zona centro (la zona más concurrida de una ciudad) es encontrar un tesoro, si algunos de estos particulares tuvieron la mala fortuna de planear inadecuadamente su casa y no disponer de un espacio para su automóvil (cochera o garaje) pues consideran algunos, no todos, que tienen potestad  incluso en el espacio que está frente a sus propiedades, por lo que disponen de algún objeto estorboso para evitar que los malvados invasores se hagan del espacio en disputa.

También hemos observado cocheras convertidas en tiendas o llenas de triques para entonces disponer de la calle para “resguardar” el o los coches; estas cuestiones que quizás nos causen gracia, nos sirven para reflexionar sobre el tremendo desorden que tenemos en las vías públicas y el escaso compromiso que tenemos con la Ley.

Hay otro asunto a mencionar, los domicilios que tienen cochera albergan un automóvil nuevo, que se acaba de adquirir, pero el auto viejo sigue en manos de esa familia, ya no se guarece dentro de la casa, se encuentra en la calle, medio ponchado, abandonado y sin utilizar, siendo un obstáculo más, un auto chatarra, en el futuro ahondaremos sobre este tipo de vicio en la vialidad.

Hablando de la normatividad, veamos qué nos dice el Reglamento de la Ley de Tránsito y Seguridad Vial vigente:


Gracias por su tiempo y atención. Comentarios a jojerihmx@gmail.com

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