EDITORIAL

En la historia quedaron los discursos y las campañas. En el recuerdo quedaron los debates, las denostaciones y los señalamientos entre candidatos. Atrás quedó el despilfarro de algunos y el ímpetu de otros. La elección concluyó el 1 de julio con un triunfo indiscutible del hartazgo de corrupción, de mentiras e indiferencia. En Veracruz el pueblo lastimado llevó al fracaso el intento de perpetuarse a una monarquía insensible y lejana. La propuesta de Morena renovó la esperanza de los empresarios ofendidos, de las madres ignoradas, de despedidos no escuchados y de veracruzanos decepcionados. El pueblo votó y definió la historia.

Este día asumió la gubernatura Cuitláhuac García Jiménez. Deja atrás a un bienio inefable, y renueva la esperanza de los veracruzanos. Hoy tenemos nuevo gobernador que rindió protesta los primeros minutos de este sábado 1 de diciembre. Llega con gran legitimidad sin lazos con las fuerzas políticas tradicionales. El efecto AMLO lo hicieron triunfar. La buscó una vez y la perdió. Viene de ser diputado federal donde adquirió experiencia y fortaleció relaciones. Su primera acción será declarar la “crisis humanitaria” originada por la insolente corrupción. Recibe un estado hundido en la inseguridad, el desempleo, sin oba pública y con una grave crisis financiera. Para sortearla requiere mucho recurso y todo el apoyo del presidente de la república. Y lo tendrá. Así lo deja ver la visita del Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador que en su primera gira oficial escoge Veracruz para realizarla. Es un gran mensaje. Habrá que interpretarlo.

Recibe arcas vacías y mucha deuda. Ni para pagar aguinaldos, cuestión que debió presupuestarse a tiempo. Pero se fue a la fallida campaña. Cuitláhuac tiene al Congreso a su favor y el respaldo ciudadano. La esperanza está puesta en él. Será cauto y mesurado. Habrá de aplicar una reingeniería en la administración pública: menos despidos, menos sueldos pero adelgazar el gasto corriente. Fuera aviadores y cargas pesadas de lacras. Habrá de ser cuidadoso en lo político, en lo social y desde luego en la parte administrativa.

Veracruz espera resultados prontos y expeditos. Sobre todo en seguridad. Tema por demás complicado, pues en este bienio se desbordó. Todos esperamos con ansia el mensaje que nos traiga AMLO como Presidente. Habremos de conocer las acciones que se emprenderán en la entidad. Pues la inactividad gubernamental generó más pobreza. La economía está contraída.  La ilusión es que se detone la economía, que se generen empleos, que se atienda la educación y la salud, y todas las carencias urgentes de los sectores más desprotegidos.

Cierto, son muchas acciones urgentes que se deben atender de forma simultánea. Pero se alentó la esperanza, hay expectativas muy grandes y fe en su gabinete. Un paisano y seis mujeres refrescan la esperanza. Son puntos a su favor. Debe responder a la confianza depositada. Lo desea Veracruz. Lo deseamos todos.

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