¡Qué tal amigos lectores! Espero se encuentren bien, les saludo una vez más con mucho cariño y respeto. Retomando el punto de vista de nuestro amigo Toño Flores, en su columna de la fecha, 15 de diciembre de 2018, titulada “¿Es tan indispensable el plástico?”; sus comentarios me parecen de muy alta importancia, ya que nos expone un tema en el cual todos nos vemos involucrados. él nos habla sobre la contaminación que le estamos haciendo al planeta tierra, y no sólo a él, sino a nosotros mismos; uno de los materiales más contaminantes que nos es muy útil en nuestra vida cotidiana es el plástico, ¿se han dado cuenta que las cantidades que producen estas fábricas van incrementando diariamente?
Yo antes no tenía tanto el conocimiento de lo que nos podría ocasionar el uso de este material, pero ahora que he buscado e investigado un poco más sobre este tema, me es muy preocupante el saber que en la sociedad actual nos hemos dejado llevar por la falta de razonamiento. Hoy ya no nos preocupamos si perjudica o no al medio ambiente, lo que nos interesa es que nos sea más fácil y práctico su uso; como comenta Toño, antes, en las fiestas se servían los platillos en vajillas de loza, ahora el ser humano gracias a su pensamiento de pereza, ocupa lo común, que es el desechable.
Viendo un dato curioso en internet, me he dado cuenta que la especie con menos razonamiento lógico en el mundo es el ser humano. Sin duda alguna, el hombre es el principal responsable de las consecuencias que está viviendo el planeta, esto es parte de la cuarta revolución industrial, la primera fue cuando se empezó a usar las fábricas que producían humo contaminante, y ahora la cuarta es que todo lo natural se ha ido remplazando por lo artificial, un claro ejemplo pueden ser las sopas maruchan’s, que no hacen más que satisfacer tu tiempo y perjudicar tu vida saludable, ingiriendo este material.
Tristemente una situación más, es que en la especie animal se ha elevado su número de extinción, todo por satisfacer necesidades y gustos que las personas ocupamos en nuestras prendas de vestir y calzado. Pongamos en práctica esta actividad y orientemos a las nuevas generaciones a respetar y salvar lo que nuestro planeta nos da sin pedirnos nada a cambio, solo que lo sepamos cuidar y valorar, seamos conscientes y aprendamos a lavar los platos. Cuídense mucho... Nos leemos en la próxima.
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