En ocasiones, las consecuencias de los problemas que aquejan a la sociedad, son producto de acuerdos sombríos, mismos que el ciudadano común no alcanzamos a conocer, ya que obedecen a convenios concertados de intereses mezquinos.
Tal es el caso de la desmedida invasión de vendedores ambulantes que tienen invadido el centro de Coatepec, especialmente en la zona del mercado Rebolledo, mismos que pertenecen a la organización Antorcha Campesina, la cual por años ha estado al servicio de gobiernos, ofreciendo sus servicios electorales y sobre todo de choque y confrontación.
Uno de los temas de los que se cuelgan sus líderes, es que exigen que se retire el centro de transferencia de basura instalado en la localidad de Puerto Rico, ya que ellos ahí instalaron una colonia, la cual es totalmente irregular.
Es de todos sabido que Antorcha Campesina operó a favor del candidato panista al gobierno del estado en las pasadas elecciones, mismo que al obtener una indiscutible derrota, parecería que dicha organización se había quedado sin respaldo gubernamental. Pero al parecer, aún hay personajes incrustados en el nuevo gobierno del estado, que siguen ofreciendo protección y apoyo a dicho grupo que violenta todas las leyes; pero lo peor es que con acuerdos con algún edil que simula intentar poner orden a este desgarriate.
Desde sus orígenes (1974) el Movimiento Antorchista se ha proclamado como bandera la lucha contra la pobreza. Pero a casi 45 años de su fundación, queda en claro que la estrategia es un fracaso. Lo que es peor, Antorcha Campesina pareciera más bien servirse de las personas en situación desfavorecida para perpetuarse en la vida acomodada que llevan sus líderes. En repetidas ocasiones, algunos de sus líderes o dirigentes antorchistas se han infiltrado en la política, obteniendo cargos públicos desde donde le dan aire a la organización. La situación es lamentable ya que la organización se aprovecha de personas de buena voluntad que acuden, en medio de la desesperación, en búsqueda de un respiro.
No se descarta que hubiera intereses oscuros con el fin de desacreditar, ante el gobernador y ante la ciudadanía, a la administración de Enrique Fernández, por lo que el Alcalde debe estar muy atento y hacer uso de la ley, para poner orden, ya que sea lo que sea, quien sufre las consecuencias de estos amarres en lo oscurito, es la ciudadanía que ve transgredida su tranquilidad, invadidas sus calles y timados con la báscula. Además de ser testigo y objeto de barbajanadas, albures, groserías y falta de respeto a las damas.
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