Los Arcos florales son los elementos más icónicos de la fiesta de San Jerónimo, santo patrono de Coatepec. Estas ofrendas las vemos en la tradicional bajada de los arcos (así se les dice porque bajan desde las faldas del cerro donde los construyen hacia la parroquia abajo en el centro), observamos su belleza y gran tamaño.
Estamos acostumbrados a ver que los cargadores se animen con aguardiente, para darse energía y animarse para poder cargar el pesado arco y bajarlo hasta la parroquia, pero pocas veces nos preguntamos de todo el trabajo que hay detrás, de su construcción, planeación y de la recolección de los materiales, o de donde se obtienen los recursos.
Los de la 4ta calle de Arteaga llevan 15 años ininterrumpidos haciendo el tradicional arco para las fiestas de San Jerónimo. Son 23 años si se cuenta desde que empezaron a hacerlo. Los trabajos comienzan desde mucho antes, 3 o 4 meses antes se hace el diseño, y se piensa en los materiales que se van a usar. El mayordomo o encargado del arco es el que dirige al equipo y aunque él hace el diseño siempre deja espacio para la expresión personal ya que algunos artesanos gustan de hacer aportaciones espontáneas de creatividad al arco mientras van colocando la flor o lo van adornando.
Para conseguir los materiales se dice que van a “faenear” o hacer faena, en ellas recolectan bejuco, carrizo, y madera para hacer la estructura; plantas, y principalmente la “flor” para ornamentar el arco. Los que van a faenear expresan que a veces la gente critica la tradición de los arcos pero no ven el trabajo que implica, que a veces significa mojarse, ensuciarse, y el cansancio que provoca, por ejemplo, traer arrastrando los troncos desde Loma alta que se encuentra a 3 horas de Coatepec hacia arriba. Lo que hay que resaltar es que los que participan no van por una paga, es voluntario, el encargado siempre está pendiente de darles un taco o algo de comer y lo tradicional, un poco de alcohol, pero con moderación, buscando que se mantenga la solemnidad y no se pierda el sentido de la celebración, teniendo bien presente el objetivo de presentar una ofrenda ante el santo patrono. Aun así comenta que el día de la bajada del arco viene mucha gente de fuera a ayudar a la cargada y es más difícil mantener el control.
Se leían publicaciones en las redes sociales que supuestamente la tradición de los arcos se está perdiendo y que es debido a que no reciben apoyo por ejemplo del gobierno o de la gente, lo cierto es que hace años cuando los de la 4ta de Arteaga comenzaron a construir el arco solo se hacían 3 en todo Coatepec y hoy en día se llegan a confeccionar 12 o más arcos en el pueblo mágico. Cada arco es diferente y cada barrio le da su toque, algunos ponen adornos diferentes o trabajan con materiales nuevos.
Los niños de hoy gustan de participar e incluso construyen y cargan un pequeño arco fabricado por ellos mismos, lo que significa que la tradición se transmite, se inculca y se preserva. Las mujeres también participan y son muy importantes para la elaboración del arco ya que ellas preparan los alimentos para los trabajadores y unos días hacen desayuno, comida y cena en los días donde trabajan desde la mañana en la elaboración del arco
Los recursos los aporta el barrio donde se hace el arco, a veces la gente que pasa o visita, también aporta con lo que tiene, como comida y pan para mantener la energía de los artesanos. La mayoría de los artesanos se reúnen después de las 7 pm, que es cuando salen de sus jornadas de trabajo, días antes de la bajada de los arcos exactamente 4 días antes, el proceso de armado de la estructura ya está terminado y esperan a que llegue el padrino de la flor para empezar a adornar el armazón. “Florear” el arco es el último proceso, el padrino inicia el trabajo colocando la primera flor, y al terminar el día el da una cena a los que ayudan a realizar la ofrenda.
También es importante el día anterior a la bajada del arco, el 28, debido a que es el día de la velada del arco floral, donde se presenta la ofrenda terminada, se hace una verbena o un baile a veces hasta con un torito de cohetes para celebrarlo. Ese día los de la cuarta de Arteaga también presentan la ropa que le dan a la imagen original de San Jerónimo, ya que ellos son los encargados de proveerla así que llevan la imagen a una casa que está enfrente de donde construyen el arco para poder vestirla, los trabajadores que están trabajando en la ofrenda respetan su presencia, se moderan y mantienen la solemnidad.
El mero día 29 se lleva a “Los Carriles” para que se bendiga el arco y poder empezar la peregrinación. Anteriormente se hacía misa, pero para mantener el control y la seriedad, solo se bendice y empieza la tradicional y esperada bajada de los arcos.
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