DESDE LA FINCA

De las lunas.- Mañanas muy soleadas, tardes lluviosas y noches claras iluminadas por una luna brillante, que dicen que la de este mes es la más hermosa, hacen que las laderas y lomas luzcan brillantes y espléndidas. Las matas de café se ven frondosas cargadas de abundante cereza verde el cual, en breve, será rojo carmesí. Temporada esperada con anhelo y optimismo, pues mejora la calidad de vida de las familias campesinas y fortalece la economía de la región. Es el símbolo elemental de esta zona. Durante dos siglos ha sido la riqueza agrícola, comercial y cultural de esta bendita región. Aunque ha venido de más a menos, pues el urbanismo y los cañales van acabando con las hectáreas destinadas a este tradicional cultivo, la diminución de fincas es evidente. Los campesinos, como siempre, dedicados en cuerpo y alma a la atención de las fincas, viven, sufren y disfrutan de este trabajo honroso que es hacer producir la tierra. Entre soles y aguaceros, con un hule en el morral, machete en mano y esperanza en el espíritu, se fajan en el jornal que solo ellos entienden y aplican, pues conocen las temporadas y los ciclos. Hay tiempos de resembrar, de deshijar, de chapear, de podar… pero cuando está próxima la cosecha, la finca es una dama embarazada que se trata con cuidado y especial cariño… el ambiente mañanero siempre es cordial y efusivo, realizan sus labores con un gusto especial que para ellos no es trabajo sino ritual. La plática siempre es armoniosa y agradable independientemente del tema que se toque. Hay respeto de opiniones y tolerancia en los puntos de vista. Muchos sin escuela, saben de mesura, compostura y consentimiento. Uno delos jóvenes jornaleros, silbando y tarareando, realiza su labor con especial entrega. Los demás lo escuchan y comentan sobre la manifestación de sentimiento. “Lástima que hayan hecho toda una telenovela de su muerte”. Las notas de “El Triste” se confunden con los aires otoñales de la finca. “¿Cómo vez abuelo? Le preguntan al sabio filósofo de las melgas, al viejo campesino curtido por el tiempo y el trabajo, conocedor de las expresiones poéticas y románticas de muchas décadas. Ni tardo ni perezoso, el bohemio de los bosques, poeta pragmático y soñador empedernido, con profundo sentimiento comenta: “Nos agarran de pendejos”… Expresión que sorprende a los demás compas pues esperaban una elucubración más sentimental. Limpiándose el sudor de la arrugada frente con un viejo y raído pañuelo rojo, continúa: “La televisión es un elemento de distractor que embrutece a las masas” ¡Sopas! “Viene crudo el anciano”… Aprovechando el silencio controversial de los impávidos, prosigue: “Desde muy joven nos enseñaron a apreciar la buena música y las canciones. Me tocó desde Badú, Jorge Negrete, Pedro Infante, Javier Solís y otros. Los tríos ni se diga: Los Panchos, los Tres Ases, Bribones y Dandis. Los oíamos en el radio y fueron melodías que acompañaban nuestras insipientes ilusiones. Las letras de las canciones eran profundas, intensas y llenas de sentimiento que te hacían vibrar al asociarlas al ensueño del momento. Pero los tiempos cambian y los gobiernos y la educación también. La música y la educación estaban destinadas a fomentar el sentimiento, el amor y la unidad familiar. Muchos nos casamos por aquellas canciones que sonaban al pie de una ventana. Se formaron familias llenas de amor, romance, sensibilidad y ternura. Los matrimonios eran sólidos, fuertes y resistían cualquier embate del destino. Eran para perdurar…”. Casi con un nudo en la garganta y dándole un trago al pesado calabazo que contiene fresca agua del nacimiento, tras un escupitajo, prosigue: “Ahora lo que el gobierno fomenta son los narcocorridos, la apología a la violencia, se promueve la jotería y el odio, la educación actual se encamina a crear una sociedad sin bases, sin valores, desunida, desentendida e indiferente, que le valga madres lo que haga el gobierno. Nos llenan de telenovelas y futbol, de estupideces y trivialidades que fomentan la desunión familiar, modas como emos, darks, punks, gays, hípsters, transgénero y muchos grupos aislados productos de las conductas impuestas. Eso no lo ve la gente. Ahora con la muerte de este gran intérprete, nos debe servir para reflexionar y analizar, cómo los medios nos dictan hasta qué comer, cómo vestir y hasta cómo vivir…” Sin más, se retiró encabronado…

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