Casi por llegar a su fin el proceso electoral. Los temas en la “agenda” regresan al COVID-19 y con ello se deberían retomar las medidas preventivas que se pasaron por alto durante el periodo de las campañas políticas.
Xico ha cancelado por segunda ocasión, casi todos sus eventos para su fiesta patronal, excepto los religiosos, donde la autoridad municipal no puede disponer la cancelación de éstos. Falta ver que la población cumpla con la disposición municipal, no como el año pasado que fueron señalados a nivel nacional por no respetar las medidas preventivas y que detonó en el aumento de contagios.
Teocelo tiene de frente, casi a mes y medio, la fiesta patronal de agosto, y se debería analizar suspenderla, a fin de contribuir a menguar el problema. Actualmente los municipios de Xalapa y Coatepec oficialmente se encuentran en semáforo naranja, lo que indica “riesgo alto” de contagio. Ambos municipios son lugar de trabajo y tránsito para quienes viven en la tierra del Dios Ocelote y alrededores. Por otro lado, el Estado en general se encuentra en semáforo amarillo.
No se trata de utilizar a quienes tristemente pasaron a otro plano a causa de esta enfermedad, pero habría que concientizar si en realidad se quiere exponer al peligro, y por ende a la muerte, a nuestros seres queridos que aún conservamos físicamente. Valdría un esfuerzo civil y de las autoridades municipales y religiosas, posponer la celebración para garantizar la seguridad de los ciudadanos.
Y aprovechando el tema, y que quedan poco más de cinco meses para que sea el cambio de administración municipal, tiempo que se utiliza para generar el Plan Municipal de Desarrollo, sería interesante que la siguiente administración abriera un canal de comunicación para los ciudadanos, pudiera ser vía Facebook, donde se pudieran verter la peticiones y opiniones de lo que se espera y se pide de la siguiente administración municipal.
Ese sería un parte aguas en Teocelo. Seguramente que los detractores sin argumentos harán presencia, pero lo importante y relevante sería que los ciudadanos puedan exponer su opinión y peticiones, tomando en cuenta aquellas que por su naturaleza estén justificadas.
Por ejemplo, es clara la cercanía del siguiente Presidente Municipal con una institución religiosa, asunto que es respetable; sin embargo, no sería prudente ni sano, llevar esa relación o decisión personal a la investidura de la Presidencia, y los motivos son varios: 1) La histórica separación Estado-Iglesia, 2) Garantizar un Estado laico y 3) Podría generar molestia social entre quienes no son afines a esa religión o a ninguna.
Desde el punto de vista ciudadano, se debe poder expresar lo que se crea o sienta, y si tiene sustento legal, moral o lógico, puede ayudar a trazar de mejor manera las líneas de acción, y las formas, desde el Palacio Municipal.
Si la siguiente administración escuchara a sus ciudadanos, a aquellos que tal vez hablen desde la “seguridad” de un perfil falso, pero con la razón en la mano, estarían trazando un camino a seguir, obligado para las futuras administraciones.
“La democracia significa que tienes que escuchar al pueblo.”: Wolfgang Schüssel
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