lunes, 9 de agosto de 2021

FILOSOFÍA CLÁSICA - Miguel Mora

Empirismo.- 



El empirismo es una teoría filosófica que enfatiza el papel de la experiencia y la evidencia, especialmente la percepción sensorial, en la formación de ideas y adquisición de conocimiento, sobre la noción de ideas o tradiciones.  


Visto de otra manera: Doctrina psicológica y epistemológica que, frente al racionalismo, afirma que cualquier tipo de conocimiento procede únicamente de la experiencia, ya sea experiencia interna (reflexión) o externa (sensación), y que esta es su única base.


Para el empirismo más extremo, la experiencia es la base de todo conocimiento, no solo en cuanto a su origen sino también en cuanto a su contenido. Se parte del mundo sensible para formar los conceptos y estos encuentran en lo sensible su justificación y su limitación.


El término “empirismo” proviene del griego έμπειρία, cuya traducción al latín es  “experientia”, de donde deriva la palabra experiencia.


El empirismo, bajo ese nombre, surge en la Edad Moderna como fruto maduro de una tendencia filosófica que se desarrolla sobre todo en el Reino Unido desde la Baja Edad Media. En la Antigüedad clásica, lo empírico se refería al conocimiento que los médicos, arquitectos, artistas y artesanos en general obtenían a través de su experiencia dirigida hacia lo útil y técnico, todo lo contrario al conocimiento teórico concebido como contemplación de la verdad al margen de cualquier utilidad. 


En relación a la ciencia, el empirismo no se debe mezclar con la investigación empírica, ya que las diferentes epistemologías (Parte de la filosofía que estudia los principios, fundamentos, extensión y métodos del conocimiento humano.) se deben considerar puntos de vista opuestos sobre la mejor manera de hacer estudios. 


Sin embargo, entre los investigadores hay cierto consenso de que los estudios deben ser empíricos. Por lo tanto, el empirismo actual se debe entender como uno entre los ideales en competencia de obtener conocimiento. Como tal, el empirismo se caracteriza primeramente por el ideal para permitir que los datos de la observación “hablen por sí mismos”, mientras que los puntos de vista opuestos se oponen a este ideal. 


Dejando a un lado los datos históricos, una manera más sencilla y cotidiana de observar el empirismo, es cuando algún niño travieso y juguetón conoce la estufa de gas por primera vez, los padres le recalcan que no se acerque porque se puede quemar, aquel niño curioso va y toca alguna superficie en la que se quema, entonces esa experiencia se queda en la memoria del niño y es así como genera una precaución a superficies calientes, y así con las demás experiencias, que, jamás se dejan de vivir.

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