¡AHORA es el CAMBIO!
Por: Juan Carlos Atzin Calderón
“La acción voluntaria y
solidaria debe ser una práctica constante en todo el mundo”
Juan Carlos Atzin Calderón
El pasado 19 de septiembre
del 2017 vivimos un sismo de 7.1 grados, 32 años después de aquel desafortunado
suceso ocurrido también en nuestro país y que provocó miles de muertes en el
entonces Distrito Federal. Como consecuencia del desastre natural reciente, se
han vivido en México segundos que parecen minutos, minutos que parecen horas,
horas que parecen días y días que parecieran años, gran dolor provoca en el
Pueblo heredero de grandes civilizaciones que nos legaron un mundo mágico, una relación mística con la naturaleza,
una fascinante historia.
México entero ha dado muestras
inmensas de solidaridad en las últimas semanas, algo que en lo personal nunca
había visto en estos 11 años que he dedicado gran parte de mi vida a la acción
voluntaria y solidaria; dicha situación genera gran esperanza de que en los
tiempos venideros sigamos generando UNIDAD por las causas sociales y
ambientales. La erradicación del analfabetismo, de la violencia, de la pobreza,
de la desigualdad social, de la discriminación, de la trata de personas, así
como el apoyo a migrantes, a especies en peligro de extinción, al ambiente,
poner fin a la corrupción, generar una cultura de prevención, educar, contar
con equidad de género, fomentar valores, principios, hacer de la solidaridad
nuestra forma de vida y además abonar a la humanidad; ha requerido, requiere y
requerirá la suma de voluntades de tod@s.
Reconocer a l@s héroes (tanto humanos
como animales) que aún ante la adversidad no han dejado de apoyar en el rescate
de sobrevivientes, así como a quienes han organizado colectas, han informado
vía las redes sociales, han reconfortado con sus palabras; representa una
acción mínima a realizar por parte de tod@s y cada un@ de nosotr@s.
En días pasados, vía una
llamada que sostuve con la Premio Cervantes Elena Poniatowska Amor, —quien
aparte de ser una figura muy importante de la literatura en nuestro país, es mi
amiga y aliada— hablamos sobre el sismo de 1985, mismo que le tocó plasmar en
la historia de nuestro país vía su publicación “Nada, Nadie, Las Voces del
Temblor”; recuerda que al igual que hace 32 años, México es una población desamparada “dejada de la
mano de dios”, huérfana, inerme, indefensa, desocupada o sub-ocupada, resignada
con una infinita capacidad de aguante y sobre todo olvidada por las autoridades
y el poder del dinero, ambos a la par unidos. Me hace reflexionar mucho esta visión,
a la vez que me preocupa; al parecer hemos fallado como Pueblo en muchos
aspectos: nos ha faltado saber elegir a quienes nos gobiernan, preocuparnos por
educarnos en materia de protección civil, nos ha faltado exigir a las
autoridades que sean responsables en muchos sentidos, pero en el caso
específico en materia de construcción, además contar con participación
ciudadana al tomar decisiones en busca de contar con gobiernos que sirvan a la
ciudadanía y no se sirvan de ella.
Aún
con la situación nada alentadora que comentamos, también hablamos sobre la
unidad nacional que estos desastres generan, unidad que desearíamos se
mantuviera el resto de nuestra vida en apoyo a tantas causas justas que
ameritan la suma de voluntades. Nos preguntamos a la vez qué es lo que debemos
hacer, llegando a la conclusión de que lo que nos quede de vida tenemos que
continuar dedicando gran parte de nuestras fuerzas — como hasta ahora — al
apoyo de las causas justas, a la acción solidaria y voluntaria, contagiando a
todas las personas que nos sea posible.
Hoy
te invito a ti que me lees a que tengamos el arrojo de que la indignación no se
acabe, que la solidaridad no se canse, que el amor por nuestros semejantes no
se agote, que la humanidad siempre denote, además reflexionar en el impacto que
está generando nuestro daño al Planeta; los sismos, huracanes, el cambio
climático, la extinción de especies, la deforestación, son consecuencia del
consumismo y explotación desmedida que hemos generado en nuestra única casa
común. Abonemos la educación en las generaciones que se vienen sembrando en un
campo que nosotr@s mism@s hemos desgastado… ¡AHORA es el CAMBIO!
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