lunes, 25 de septiembre de 2017

La tabla periódica de Mendeléyev
Por Sergio Jimarez
“Apártate de las ilusiones, persevera en el trabajo y no en las palabras. Busca con paciencia la verdad divina y científica”
María Dmítrievna Mendeléyev

Hablar de Química es imaginar un laboratorio, ver sustancias en tubos de ensayo, batas blancas y una que otra mezcla provocando explosiones; para las personas que se adentraron un poco más en esta ciencia les vendrá a la mente nomenclaturas y mucha química orgánica, pizarras llenas de fórmulas, enlaces y balances, pero sin lugar a dudas, cualquier persona, sin que necesariamente se relacione con la química sabe lo que es una tabla periódica.

La tabla periódica de elementos químicos es la disposición organizada de los elementos de acuerdo a su número atómico (número de protones), por la configuración de sus electrones y por sus propiedades químicas. Tal vez nos resulta obvio este ordenamiento, es decir, primero va el que tiene un protón, junto el que tiene dos y así sucesivamente pero en un principio no se conocían todos los elementos y mucho menos era posible hacer un estudio detallado o a niveles tan profundos. Los primeros intentos para dar un ordenamiento a los elementos eran básicamente listas de sustancias simples; Antoine Lavoisier enumeró 33, en el siglo XIX ya se contaban con 55 y hoy en día existen 118.
Dmitri Mendeléyev fue un célebre químico ruso nacido en Siberia en 1834, fue el menor de diecisiete hermanos, su padre quedó ciego en ese mismo año; por lo tanto, su madre tomó las riendas de la familia dirigiendo la fábrica de cristal que fundó su abuelo pero esta se incendió; con los últimos ahorros de la familia se apostó por la educación de Mendeléyev en lugar de reconstruir la fábrica; una decisión por más aventurada pero muy acertada. Mendeléyev  y su madre viajaron a Moscú con la idea de que realizara sus estudios universitarios en esa ciudad pero Mendeléyev fue rechazado, debido a esto terminó por instruirse en San Petersburgo y graduado como el primero de su clase.
Su trabajo no sólo abarcó la química; Mendeléyev hizo bastantes aportaciones en el campo de la aeronáutica, economía, industria petrolera; fue maestro, político y fotógrafo, pero sin duda su papel más importante fue el de “profeta de la química” ya que pudo predecir la existencia de elementos químicos que todavía no se descubrían mientras trabajaba en el ordenamiento y agrupamiento de los elementos químicos: La tabla periódica. Este trabajo como tal se publicó en “Principios de la química” un libro en el que explicaba la teoría de periodicidad de los elementos químicos.
Además del ordenamiento de los elementos, Mendeléyev tuvo mucha intuición sobre el conocimiento que se tenía en ese entonces de dos maneras muy interesantes, una fue que al acomodar los elementos de acuerdo a su masa atómica situando en la misma columna a los que tuvieran características similares, alteró el orden para que “encajaran” mejor, anticipándose a que más adelante esta corrección se pudiera corroborar experimentalmente. Otra perspicacia que tuvo fue dejar espacios en donde deberían ocupar lugar elementos que no se había descubierto pero que de acuerdo a las observaciones se daba por hecho que existían. La tabla periódica vio la luz en 1869, en ese momento a Mendeléyev le vino el reconocimiento y prestigio mundial mismo que se respaldaba por todos los aportes que hizo en Rusia y la importancia que él tenía para este país.
Aunque los modelos científicos son validados cuando son capaces de predecir un fenómeno, es difícil relacionar la idea de “adivinar” con la rigurosidad científica; sin embargo, Mendeléyev fue lo que hizo, sabía que debían descubrirse elementos más adelante, sabía qué características debían tener, y qué propiedades presentaban, pero no sabía dónde hallarlos, esto suena más a una profecía que a un trabajo científico, pero al final, la tabla periódica fue el instrumento que ayudó a que un conocimiento más se sumara a esta realidad.




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