lunes, 12 de febrero de 2018

CON-CIENCIA

La carrera espacial




Por Sergio Jimarez

Los conflictos entre naciones desencadenan en muchos casos guerras, los motivos pueden ser variados y muy dispares como el caso de la Guerra de los pasteles en México que consistió en un conflicto con Francia; se le llama así debido a que muchos comerciantes franceses que vivían en México reclamaron a su país de origen daños ocurridos aquí, entre ellos un restaurantero al que no se le pagaron unos pasteles que se consumieron en su local. Aunque la razón de este enfrentamiento no fue este reclamo, se hizo famoso el conflicto por recordarlo a partir de la asociación con el pastelero. Por otro lado, recordemos la Primera Guerra Mundial donde el desencadenante directo fue el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Habsburgo, heredero del trono austro-húngaro. Es importante señalar que muchas veces los factores que tienen que ver con el inicio de una guerra son más de una y muy complejas, además, entre las consecuencias más graves es siempre la muerte de personas inocentes como es el caso de la Segunda Guerra Mundial en la que se cuentan por decenas de millones.

Existe un caso particular de guerra en la que no existieron víctimas mortales, ni enfrentamientos militares sino una serie de acontecimientos entre algunos países donde compitieron de manera política, científica, militar e incluso deportiva; esta guerra ocurrió aproximadamente entre 1946 y 1991, esta fue la llamada Guerra Fría, un conflicto ocurrido entre países capitalistas y comunistas.

La relevancia en el mundo científico de esta guerra, radica principalmente en la carrera espacial entre Estados Unidos y La Unión Soviética ya que estos frentes entraron en un juego de poder para demostrar quién de los dos era el mejor. La competencia abarcó desde la demostración de poder armamentista mediante el uso de cohetes, pasando por el desarrollo y colocación de satélites y por supuesto, la exploración espacial y la llegada del hombre a la luna.

Muchos personajes escribieron parte de esta historia, cada uno con un papel desempeñado de mucha importancia como el caso de los primeros hombres que viajaron al espacio, Yuri Gagarín por parte de La unión Soviética y después Alan Bartlett Shepard por el lado de Estados Unidos; aunque las primeras personas en aterrizar en la luna fue el equipo estadounidense del Apolo 11, los soviéticos ya habían mandado a la famosa perrita Laika al espacio, desafortunadamente no pudo regresar pero luego la hazaña fue repetida por Belka y Strelka, un par de perritas que volvieron sanas. Los estadounidenses hicieron lo propio con chimpancés, especialmente con uno llamado Ham, quien pudo llevar a cabo ciertas órdenes de tripulación y regresar con bien a la tierra.

En este periodo también tuvo lugar la primera misión al espacio por parte de una mujer civil, Valentina Tereshkova fue una cosmonauta que viajó al espacio en 1962; esta mujer era trabajadora de una fábrica textil y paracaidista aficionada, fue reclutada en el cuerpo de cosmonautas femenino como parte de la idea de llevar mujeres al espacio (tal vez como parte de esta competencia con Estados Unidos).

Resulta curioso cómo iban a la par estas dos naciones en cuando a la competencia, hacían casi lo mismo con diferencia casi de días, los primeros hombres al espacio, los primeros satélites; Estados Unidos fotografía a la tierra desde el espacio y luego la Unión Soviética fotografía el lado oculto de la luna. En fin, tal vez si desde el principio y fuera de cualquier competencia se hubieran hecho esfuerzos conjuntos, la historia de la carrera espacial sería muy distinta, los avances hubieran sido más significativos y los productos de estos hechos tendrían mayor relevancia, sobre todo por el hecho de la unión entre las dos naciones “antagónicas”. Cabe destacar que el final de la carrera espacial es marcado por la misión Apolo-Soyuz, dicha misión fue realizada en 1975 y unió el esfuerzo de Estados Unidos con La Unión Soviética.

Nunca una guerra será buena, tal vez una competencia propicie buenos resultados pero no hay mejor que la unión y el trabajo por el bien común.

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