EDITORIAL

A medida que corren los días y se acerca el día de la elección, la presión para los aspirantes crece. Cada día las encuestas dan cuenta de las preferencias electorales y de la intención del voto. El nerviosismo sube en los cuartos de guerra de los institutos políticos y ajustan agendas, analizan estrategias y calculan riesgos.

Algunas estrategias mal calculadas, dan resultados contrarios a los esperados. Tal es el caso del polémico anuncio de orden de aprehensión contra la esposa del exgobernador Javier Duarte, Karime Macías, lanzada por el gobierno del estado. 

Sin duda, la noticia lanzada por el Fiscal General de Veracruz, ha polemizado una vez más entre la opinión pública, pero lejos de que ésta estrategia funcione electoralmente para atraer simpatías hacia el primogénito del gobernador; ha causado malestar, pues se asegura que más allá de un tema de justicia, se trata de un intento de estrategia electoral, justo ahora que Miguel Ángel Yunes Márquez, no crece y, lejos de las expectativas oficiales, se encuentra prácticamente empatado con el candidato de Morena, lo cual ha ocasionado desesperación, buscando así atraer simpatías con un tema escandaloso.

La Fiscalía de Veracruz ha tenido año y medio para solicitar a un juez de control la orden de aprehensión haciendo uso de los datos de prueba que dicen tener desde inicios de la actual administración, pero han esperado hasta intentando atraer simpatías al asegurar que se trata de un cumplimiento a las promesas hechas por el ahora gobernante durante su campaña. 

Se ha emitido ya la ficha roja para los efectos de búsqueda, localización y detención en el extranjero de la “ex primera dama” con fines de extradición, acusada por el presunto desvío de 112 millones de pesos del Sistema DIF Estatal.

Para la mayoría de los veracruzanos, estas acciones muestran que se promueve una justicia a modo o selectiva que solo actúa de manera estratégica con acciones que beneficien al grupo de poder en turno. Y habrá más sorpresas, pues ya hay una lista de diputados federales que están a punto de concluir su mandato, y que de la misma manera selectiva, habrán de ser señalados. 

Todos deseamos que se aplique la ley a quienes, abusando del poder, dañaron el patrimonio del estado. Eso está bien. Pero convertir una investigación en un vodevil electoral, molesta mucho al ciudadano.

Todos coinciden en que el trabajo del gobernador es mejorar el Estado y la calidad de vida de sus habitantes; y no hacerla de investigador.