lunes, 4 de marzo de 2019

¡AHORA es el CAMBIO! Por: Juan Carlos Atzin Calderón


“Sumémonos a la tarea de proteger y restablecer los ecosistemas relacionados con el agua, incluidos los bosques, las montañas, los humedales, los ríos, los acuíferos y los lagos”
- Juan Carlos Atzin Calderón


Garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua, así como el saneamiento para todas las personas, es una de las tareas dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, además contar con agua libre de impurezas y accesible, son situaciones esenciales para tener el mundo en el que queremos vivir. 


El planeta cuenta con suficiente agua dulce para cumplir con el sueño de que la humanidad pueda gozar del vital líquido, sin embargo, el reparto actual del agua no es el adecuado, por lo que los estudios reflejan que para el año 2050 al menos un 25% de la población mundial viva en un país con crisis crónica y reiterada de agua dulce. Hoy día la sequía ya afecta a algunos de los países más pobres del mundo, situación que recrudece el hambre y la desnutrición; resintiendo en mayor medida la niñez y las personas de la tercera edad, dos grupos en situación de vulnerabilidad. 

La seguridad alimentaria, los medios de subsistencia y la oportunidad de educación para las familias pobres en todo el mundo se ven afectadas ante la escasez de recursos hídricos así como de la mala calidad de agua y el saneamiento inadecuado. En todo el planeta se han venido impulsando esfuerzos, logrando avances importantes de resaltar en la última década, donde más del 90% de la población mundial tiene acceso a fuentes de agua potable mejoradas. 

Aún y con los avances en la materia, 3 de cada 10 personas carecen de acceso a servicios de agua potable seguros y 6 de cada 10 carecen de acceso a instalaciones de saneamiento gestionadas de forma segura. Además por lo menos 892 millones de personas continúan con la práctica insalubre de la defecación al aire libre, lo cual provoca que todos estos desechos vayan a dar a los cuerpos de agua, contaminando los mantos y afluentes.

El problema de escases de agua afecta de forma directa a las mujeres, haciendo más grande la brecha de la desigualdad, ya que las mujeres y las niñas son las encargadas de  recolectar agua en el 80% de los hogares sin acceso a agua corriente, sumado a que millones de personas carecen de acceso a servicios básicos de saneamiento, como retretes o letrinas. Por la falta de infraestructura adecuada, más del 80% de las aguas residuales resultantes de actividades humanas se vierten en los ríos o el mar sin ningún tratamiento, viéndose afectadas también la flora y la fauna, por lo que este problema de carácter mundial tiene repercusión en el ambiente. 

Hoy día en Veracruz se viven diversas situaciones de contaminación de cuerpos de agua y falta de plantas de tratamiento de aguas residuales, convirtiéndose en un problema de salud pública, pero también en una deficiencia en el derecho a garantizar agua para todas las personas. Muy cerca de la capital del Estado, en la comunidad de Coyolillo, Actopan, Veracruz, el desabasto de agua ya tiene años, careciendo de voluntad por parte de las autoridades para solucionar el problema. Un poco más arriba, en la zona montañosa de Veracruz, empresas sin un proceso de tratamiento de aguas, vierten los residuos de la industria a los cuerpos hídricos. El trabajo de la autoridad ambiental debe realizarse en apego a los Objetivos que el Estado mexicano tiene con miras al 2030, pero también de la propia legislación local y federal, desde la sociedad civil alcemos la voz porque esto se lleve a cabo, ¡AHORA es el CAMBIO!

Contacto: WhatsApp: 2282153412      Correo electrónico: juancarlosatzincalderon@gmail.com

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