Se dice que las lunas más hermosas son las de octubre, la opinión de muchos es que en este mes la luna se puede ver más grande o más brillante; pero, tomando en cuenta los ciclos de traslación y rotación de la tierra y la luna, podemos decir que en el mes de octubre no es necesariamente el momento en que estos dos estén en el punto más cercano, entonces, ¿A qué se debe que en este mes se observe nuestro satélite natural distinto?
Este fenómeno es meramente una cuestión de apreciación, es decir, no existe una relación científica que nos indique algo distinto sobre la luna en este mes, lo que sí es que debido a las lluvias de verano, el cielo está más limpio y con el comienzo del otoño, está más despejado, por lo que en conjunto, sentimos que la luna se ve más bonita que otra época del año.
Cabe mencionar que en la antigüedad, los nativos americanos usaban la primera luna llena de octubre como el indicador para el inicio de la cacería y la recolección de alimentos para hacer frente al invierno, esta noche en especial podían salir a buscar presas porque la luna los iluminaba propiciando un mayor éxito.
Nuestro satélite, además de mostrarnos noches inspiradoras y materia prima para los poetas, es también la responsable de las mareas en las costas. La atracción gravitacional del sol y la luna sobre la masa de agua de los océanos es lo que provoca este movimiento a lo largo del día, la explicación es muy sencilla, cuando la luna se alinea de manera horizontal respecto al eje de rotación de la tierra es cuando se produce una marea alta o pleamar, se puede decir que el agua de los mares “buscan” a la luna, además de que la fuerza centrífuga de la tierra es mayor en esta zona. Cuando la luna se encuentra alineada con el eje de rotación de la tierra es cuando se produce la marea baja o bajamar, se puede decir que la fuerza centrífuga se compensa con la fuerza de gravitación que se ejerce perpendicularmente.
El ciclo de traslación de la luna alrededor de la tierra es de 24 horas, 50 minutos y 28 segundos, por lo que se espera que al dividir este periodo en cuatro (dos momentos para que la luna pueda alinearse con la horizontal y dos para alinearse con el eje de rotación), tenemos un tiempo de 6 horas, 12 minutos y 36 segundos, o sea, el intervalo entre una pleamar y una bajamar. Es por eso que al día se tienen dos mareas altas y dos mareas bajas.
Cuando una marea alta coincide con la luna llena o nueva se dice que es una marea viva, es el momento en que una marea alta está en su punto máximo, y cuando el cuarto creciente o menguante coincide con una marea baja se llama marea muerta. Existen otros factores que intervienen en el cambio de mareas como la temporada de huracanes, la geometría de la costa y su perfil de profundidad, etc.
Como curiosidad, en el mar Mediterráneo no hay cambio en las mareas, esto se debe a que es un mar poco profundo y el paso del agua del océano atlántico es muy angosto (Estrecho de Gibraltar), la cantidad de agua que ingresa durante el cambio de marea es poco y tomando en cuenta que la masa de agua es pequeña, la atracción gravitacional es mínima.
El día 13 de octubre de este año fue la luna llena del mes, y el día 5 se celebra el “Día Internacional de Observación de la Luna” en algunos países. Por lo que este mes, nuestra tarea es mirar por lo menos una noche la luna y comprobar que las lunas más bonitas son las de octubre.
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