Casi siempre cuando escuchamos la palabra “mascota” nos viene a la mente un perro o un gato, sin embargo en los últimos años ha habido una tendencia a adquirir otro tipo de especies como animales de compañía, llamados a menudo mascotas no convencionales o animales de compañía no convencionales.
Estos animales pueden ser desde mamíferos pequeños como conejos y cuyos hasta lagartos como iguanas o varanos. Al pensar en adquirir un animal de este tipo, primero hay que informarse sobre todos sus cuidados, ya que son bastante diferentes de los que le damos a los perros y los gatos.
En primer lugar hay que tener en cuenta que cada especie proviene de una región del mundo diferente, por lo que hay que investigar las condiciones óptimas para que esa especie se desarrolle de manera normal; es decir, debemos proporcionar cierta temperatura que se puede regular con fuentes de calor o disipadores de éste dependiendo del caso, así como plantas, escondites y otros accesorios que lo hagan sentirse lo más cómodo posible.
Otro punto importante es que su alimentación debe ser estrictamente apegada a sus necesidades nutricionales; por ejemplo, un hurón es un carnívoro estricto, por lo que no debería ofrecerse una dieta rica en carbohidratos, o darle frutas y verduras como “golosina”, u otro ejemplo serían los conejos, cuya dieta debe estar basada en vegetales y no ofrecer otros alimentos como alimento a base únicamente de granos, tortillas o pan.
Este tipo de mascotas también requieren atención veterinaria especializada, no son perros ni gatos pequeños, son animales cuya anatomía y fisiología es muy diferente a la de las mascotas no convencionales y por eso sus tratamientos y medicamentos serán diferentes. Un tratamiento o manejo inadecuado puede derivar en la muerte de la mascota. Debido a que ellos no tienen tanto tiempo conviviendo con los seres humanos como los perros y los gatos, tienden a esconder sus enfermedades por mucho tiempo y mostrar signos cuando la enfermedad ya está avanzada, por lo que es recomendable llevarlos a revisión médica cada 4 a 6 meses para detectar posibles señales de algún padecimiento.
Es muy importante verificar que el criadero o comercializadora de donde adquirimos este tipo de animales sea uno que cuente con todos los permisos expedidos por la SEMARNAT y que entreguen una nota con un número de identificación que avale su legal procedencia, ya que de lo contrario nos podríamos meter en problemas. No debemos capturar a la fauna silvestre ya que esto representa un delito que puede estar penado con multas muy elevadas o incluso la cárcel.
Prácticamente cualquier animal puede ser un animal de compañía, siempre y cuando haya nacido en cautiverio, se adquiera de manera legal y se tengan los recursos económicos y el compromiso para mantenerlo en óptimas condiciones durante toda su vida.
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