lunes, 25 de noviembre de 2019

Desde el Aula Prof. Julio Hernández Ramírez



Educación y Salud.-

La salud y la educación son dos elementos indispensables para que una persona pueda desarrollar todo su potencial. Quien goza de buena salud enfrenta con ánimo cualquier situación que el acontecer cotidiano le oponga. Con frecuencia sucede que el valor de la salud se reconoce cuando ésta se deteriora o se ve perdida. Cuando uno o un ser querido enferma, se altera drásticamente la normalidad de la familia; se pierden las ganas de emprender cosas nuevas, el patrimonio se demerita y todo es tristeza, preocupación y amargura. Uno se encuentra dispuesto casi a cualquier cosa con tal de recuperar la salud, o de ver al familiar cercano sano, no se escatiman gastos ni esfuerzos.

Si los narrados, son cuadros llenos de angustia para quien puede acudir al médico a los centros hospitalarios o de salud, en un ejercicio de empatía, imaginemos la desesperación de las familias más vulnerables que van al día y que apenas sobreviven a diario con lo estrictamente necesario, el dolor debe ser indescriptible, al igual que la impotencia de ver extinguirse una vida ante la imposibilidad de acceder a los servicios de salud que deben considerarse un derecho humano de la más alta prioridad, por eso duele, lastima, el desabasto de medicamentos y la desaparición del Seguro Popular, para implementar un sistema sin planeación y sin estrategia definida.

Está demostrado que entre la Educación y el bienestar de una sociedad existe una correlación directa. En la actualidad el desarrollo del capital humano resulta más rentable que los propios recursos naturales, tan es así que países que carecen de ellos, pero que le han apostado a la Educación, la Ciencia y Tecnología, alcanzan mayores índices de crecimientos económicos y su población encuentra más oportunidades y mejores condiciones de vida.

Una persona educada posee un pensamiento crítico, su perspectiva ante la vida es diferente y cuenta con mayores posibilidades de interactuar con éxito en cualquier contexto. Proclama la rendición de cuentas, a la par que busca y exige que todos los comportamientos encuadren dentro de los extremos de la legalidad. Un pueblo con gente educada progresa; un pueblo que descuida la educación de su gente, está condenado a la mediocridad y al atraso. Por desgracia, hoy en México pareciera que desde el gobierno existe un desprecio por la inteligencia y los ciudadanos pensantes, máxime si se apartan de la narrativa oficial. Escatimar recursos al rubro de la de Educación, constituye un desatino más.


Memoria Corta.-

La forma en que llega la señora Rosario Piedra a la Presidencia de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, ha sido por demás cuestionada. Las consecuencias son preocupantes y abundantes. Renuncia de destacados miembros del Consejo Consultivo de dicha Comisión; descalificación de colectivos y Organismos Nacionales e Internacionales; las declaraciones de Gobernadores fijando una posición de desconocimiento y de desacato a las eventuales Recomendaciones emitidas por tan importante Organismo Titular de los Derechos Humanos. Ante ello, el líder de la Fracción Parlamentaria Mayoritaria en el Senado de la República, declara que es obligación acatar tales recomendaciones y que quien no lo haga, puede ser sometido a Juicio Político.

Pronto se olvidó que recientemente el Presidente de la República rechazó, es decir desconoció y no acató la recomendación que le hiciera la Comisión Nacional de los Derechos Humanos por la cancelación del programa de Guarderías Infantiles. Pronto se olvidó quién propuso mandar al Diablo las Instituciones. Se olvida también que el buen Juez comienza en casa.


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