lunes, 2 de diciembre de 2019

El automóvil es una herramienta Jesús Ricaño Herrera



Se hace tarde muy rápido, hay que partir al trabajo y aún nos falta cepillarnos los dientes y peinarnos, al fin abordamos el automóvil, estando en la cochera y la calle está hecha un caos, después de varios intentos podemos salir, un alma caritativa nos cedió el paso, el embotellamiento parece una tortura cotidiana, añoramos esos días en que la gente está de vacaciones, esto va lento, habrá que buscar otra ruta, la que se nos ocurre quizás esté despejada, pero es larga.

Tomamos el recorrido alterno, hemos perdido algunos minutos esenciales para llegar al trabajo a tiempo y ahorrarnos un sermón sobre la puntualidad y sus beneficios de parte del jefe, de pronto decidimos acelerar, no respetar las señales, nadie nos ve, en una esquina damos vuelta sin avisar, no hay tiempo para esos detalles, de pronto un chico en bicicleta sale de no sabemos dónde, intentamos evitarlo, pero al hacerlo el auto no responde, se resbala hacia la acera contraria, donde varias personas esperan su transporte, perdimos el control el choque es inevitable, que terrible imagen podemos ver desde el asiento del conductor, las personas llueven sobre el cofre, todo se pone borroso, entramos en shock mientras la bolsa de aire se activa, todo es silencio…

Lo invito a que nos hagamos de una idea, “el automóvil que usamos todos los días para transportarnos es una herramienta”, toda herramienta a la que se la da un uso indebido es en teoría un arma, capaz de hacernos daño y de hacer daño a otros.

Piense en un bolígrafo, esta herramienta le servirá para tomar notas, firmar, dibujar o incluso rascarnos con él si nos da comezón, pero ese lapicero si lo tenemos en la mano y alguien nos hace enfadar pudiera convertirse en un arma punzante, con potencial para herir o herirnos.

Un artefacto tan simple como un bolígrafo es bastante dañino si se le da mal uso, imagine por un instante el terrible daño que podemos hacer o hacernos con una herramienta compleja como lo es un automotor, una mole de entre 1000 a 1500 kilogramos, sin control, a exceso de velocidad.

Lleve con usted esta idea, maneje con precaución tome sus providencias, se nos va la vida y la tranquilidad en ello.

Le agradezco el favor de su tiempo al leernos, tenga buen día y buen trayecto. Comentarios a: jojerihmx@gmail.com

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