lunes, 2 de diciembre de 2019

La receta de un huracán Por Sergio Jimarez



“En la elección de la alimentación, del lugar, del clima y de las distracciones gobierna un instinto de autoconservación.”

Friedrich Wilhelm Nietzsche


Un huracán es un fenómeno meteorológico que provoca mucha destrucción a su paso, cada año, los países invierten fortunas en prevención y reparación de daños que estos ocasionan. Sabemos que no se pueden evitar, pero entre mejor estemos preparados para enfrentarlos mejor podemos reducir el desastre.

La mejor prevención comienza con la información y el conocimiento que podamos adquirir de la naturaleza. El saber de estos fenómenos nos dará la ventaja que necesitamos para que nuestras ciudades vulnerables no estén completamente desprotegidas.

Existen miles de personas que se encargan del estudio de las condiciones climáticas, la experiencia y recolección de datos de muchos años pueden lograr que el pronóstico para un año completo se dé de manera casi exacta. Además de eso, las ciencias que intervienen descubren nuevas cosas y proponen recursos para la capacitación y protección civil.

Los huracanes necesitan reunir ciertas condiciones para poder crearse, estos fenómenos pueden llegar a medir entre 8 y 10 kilómetros de alto y hasta 500 kilómetros de ancho; además, sus vientos pueden alcanzar una velocidad de 200 kilómetros por hora, pero no se forman en cualquier parte del mundo. Los ingredientes para que exista un huracán son los siguientes:

La primera condición necesaria es que las aguas del océano superen los 26°C, pues a partir de este valor se produce una evaporación significativa y un aporte de humedad. Por debajo de este valor los huracanes no se formarían o se debilitarían rápidamente.

La segunda condición tiene que ver con la distancia del ecuador. Debido a la fuerza de Coriolis que provoca la rotación terrestre sobre su eje y dado que esta es máxima en los polos y mínima en la circunferencia central, los huracanes sólo se pueden formar más allá de los 5° del ecuador.

La tercera condición es la cizalladura del viento, esto es la diferencia en la velocidad o dirección entre dos puntos en la atmósfera. Para que pueda formarse y mantenerse un huracán es necesario que exista una baja cizalladura, especialmente en las capas altas, en caso contrario, la parte inferior se desacopla de la superior.

La humedad es la cuarta condición. Aparte de la humedad de evaporación debe mantenerse valores altos en el ambiente dese la superficie hasta los niveles medios de la atmósfera para que el huracán permanezca.

Y la última condición es la existencia de la onda tropical, que es un área alargada de relativa baja presión orientada de norte a sur. Se mueve de este a oeste a través de los trópicos causando áreas de nubes y tormentas que se observan por lo general detrás del eje de la onda, si esta encuentra las condiciones anteriores formará un huracán.

El conocimiento de nuestra naturaleza nos brinda el entenderla y saber cómo actúa pero sólo el respeto de la misma nos da el hogar que merecemos. Es importante que las medidas que se toman para la prevención de desastres también equilibren las acciones para que el cambio climático pueda revertirse, no es un secreto que cada año, los huracanes son más fuertes y esto tiene que ver directamente con el calentamiento global.

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