¿Qué puede aprender Teocelo sobre el asesinato de la niña Fátima?
Todo. Aunque en Teocelo se han visto ya casos de asesinatos como el ciudadano estadounidense Gordon o como el de Edgar el año pasado; el asesinato de una niña lejana, Fátima, por su condición de inocencia y vulnerabilidad, ampliamente difundida por los medios de comunicación, ha impactado más.
Cualquier mente sana jamás habría querido que sucedieran hechos tan lamentables como esos, pero en una sociedad tan desunida, sin identidad y empatía por los demás, es la oportunidad perfecta para protestar... Pero por uno mismo.
Millones de reacciones en redes sociales contra el atroz hecho hacia la niña se realizan, pero más que por justicia o por la niña, es porque al ciudadano le queda claro que le puede suceder algo similar en un país donde los propios ciudadanos no respetan ni el reglamento de tránsito.
El año pasado, cuando un buen número de ciudadanos alzaban la voz en la explanada del parque de Teocelo, otro grupo, grosera e irresponsablemente, alentaban un "día del estudiante" haciendo una caravana con sonidos y gritos de alegría. Cuando Gordon fue asesinado, un pequeño grupo de ciudadanos colocaron un monumento y un mural en el callejón "Pino Suárez".
En ambos casos locales, los sucesos no lograron unir de manera contundente a los ciudadanos. Pero con la pequeña Fátima, los más fanáticos defensores y trabajadores del H. Ayuntamiento de Teocelo de cada administración sí se preocupan por la violencia que sucede, pero en otro lado, no vaya a ser que sus jefes en turno se enojen por no dar la mejor imagen que su "patrón" quiere dar.
La hipocresía de personas que se preocupan por hechos mediáticos y lejanos y no reconocen lo que está mal en su entorno inmediato, pudiera estar forjando el camino para que tales hechos tengan más posibilidad de surgir en el bello Teocelo.
Teocelo debe cambiar la manera en cómo van las cosas en el país. Los ciudadanos deben conocer y respetar los reglamentos. Incluso tener sentido común para respetar al vecino, al medio ambiente y el entorno.
¿De qué sirve pavimentar con concreto hidráulico si un particular se va a apropiar de la calle para hacerla taller y tenerla sucia y obstruida? ¿De qué sirve chapear los campos deportivos si se vuelven una cantina? ¿De qué sirve un curso de educación vial a los niños si sus padres y maestros no lo respetan en la vida cotidiana?
Claramente en Teocelo el discurso es una cosa y el entorno es otra. Y evidentemente que no sólo es el gobierno, los ciudadanos son los que por lo general ponen el mal ejemplo.
Teocelo está en vías de subdesarrollo porque no se respeta al gobierno, ni a las autoridades, ni los reglamentos, ni al vecino y algunos, ni a ellos mismos cuando se delatan incongruencias entre su hablar y su actuar.
Tal parece que hay quienes apuestan a seguir dividiendo a la sociedad, ahora hasta en género. La violencia no es de género, no se necesita un día sin mujeres, lo que se necesita en que todos los días, todos los ciudadanos trabajen por mejorar en algo; mejorar su educación, su actuar, su persona, etc.
Qué triste es ver a personas desgarrándose las vestiduras por Fátima, cuando son incapaces de frenar ese vórtice de descomposición social con sus actos. Se parecen a los políticos que aprovechan cualquier coyuntura para generar empatía; despreciable.
Si el lector quiere estar bien informado, sólo debe googlear "bando de policía y buen gobierno de Teocelo" y el primer alcance es el compendio jurídico vigente para Teocelo. Conociéndola y aplicándola puede ser una forma de empezar a cambiar para bien. Los ciudadanos buenos son mayoría, solo falta que se unan.
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