martes, 3 de marzo de 2020

EDITORIAL



Muchas veces nos sorprendemos por los caprichos de la naturaleza, que en pleno invierno nos ofrece fuertes calores y al día siguiente nos llegan nortes de hasta 65 km/h como ha sucedido en esta semana, donde el carnaval de Veracruz, tuvo todos los climas en los días en que se celebró. Estos fenómenos climatológicos son consecuencia del deterioro que los seres humanos le hemos propiciado a la atmósfera, a los mares, a las selvas, a los ríos y a los bosques; contaminando, dañando, desforestando y llenándolos de basura. Con ello, un severo daño al reino animal y vegetal que en ellos habitan.

Es por ello que la Asamblea General de la ONU, decidió proclamar el 3 de marzo como el Día Mundial de la Naturaleza con el objetivo de sensibilizar acerca del valor de la fauna y la flora salvajes.

La fecha elegida marca el aniversario de la aprobación, en 1973, de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES, en sus siglas en inglés), la cual juega un destacado papel en la protección de la especies frente al comercio internacional. Por todo ello se hizo una relación de todas las especies que en ese momento estaban en peligro de extinción o que estuvieran amenazadas por su comercialización y se reguló el comercio de dichas especies con el fin de proteger su supervivencia.

El Día Mundial de la Naturaleza (también denominado Día Mundial de la Vida Silvestre) nos brinda la ocasión de celebrar la belleza y la variedad de la flora y la fauna salvajes, así como de crear conciencia acerca de la multitud de beneficios que la conservación de estas formas de vida tiene para la humanidad. Además de su valor intrínseco, la fauna y la flora salvajes contribuyen a los aspectos ecológicos, genéticos, sociales, económicos, científicos, educativos, culturales, recreativos y estéticos del desarrollo sostenible y del bienestar de los seres humanos.

La naturaleza es vida y gracias a ella podemos existir los seres vivos, por eso su preservación es fundamental para el planeta y sus habitantes.

También esta semana, el primer domingo de marzo, se celebra en México el Día de la Familia, una celebración que tiene como fin fomentar la integración y la unión familiar, así como resaltar su trascendencia social y edificar una cultura favorable a ella a través de la educación y la formación de valores. Este día se estableció en el año 2005 en México por decreto de expresidente Vicente Fox. La semana pasada tocamos este tema con motivo de las bodas colectivas.

Sin embargo, más allá de cuestiones morales o religiosas, es importante recuperar el rumbo del núcleo familiar como la verdadera y primera escuela de los hijos, como un espacio de libertad que impulse el libre albedrío de sus miembros, evitando que sean manipulados. Debería ser la prioridad de los padres de familia hoy día, para aspirar a una sociedad mejor. Se trata de una responsabilidad intransferible.

Dos fechas importantes que nos invitan a la reflexión y asumir compromisos y responsabilidades para evitar un mayor deterioro, con las lamentables consecuencias que estamos viendo.




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