Pensar.-
(Segunda parte de tres)
Al cabo las categorías de los tipos de pensamiento, se funden en una sola mente. En la persona que decide su comportamiento. El ser humano y su circunstancia.
¿De dónde echa mano el hombre o la mujer para dirigir sus pensamientos?
Primeramente, de la intuición y en seguida del sentido común, para pasar al buen juicio con carácter definitivo.
Entonces ya vemos, con claridad, dónde está el problema: la gente no sabe pensar. Descartando la intuición, que por sí misma es un amplio tema, y resulta tan variable como difícil de medir; el problema principal radica en el sentido común. Cuya característica de hacer suposiciones estandarizadas utilizadas estas como referencias válidas en distintos contextos. Verbigracia: sentencias populares: ‘quien a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija’. Lo hace bastante equívoco.
¿Cómo se debe pensar? O sea, ¿cómo se logra un pensamiento correcto?
Ya los griegos concibieron un modelo sencillo, el silogismo, razonamiento que está formado por dos premisas y una conclusión que es el resultado lógico que se deduce de las dos premisas, el cual en verdad consiste en definir una propiedad, aparearla a un sujeto y luego inferir una conclusión a sujetos de la misma naturaleza.
Luego mágicamente comenzó a cristalizar el pensamiento matemático, los teoremas enseñaron a pensar a la humanidad.
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