lunes, 29 de junio de 2020

MI OPINIÓN.- Por: L. C. E. Benjamín Sánchez flores



Desaparición de Organismos Autónomos… ¿necesidad o necedad?

 

En la última semana, ha recobrado fuerza el debate sobre la propuesta del Presidente de la República por desaparecer más de 100 organismos autónomos que aún forman parte de la estructura orgánica del Gobierno Federal.

 

El tema se ha quedado solo en idea mediática, ya que no se ha presentado una propuesta concreta; situación diferente a lo que ocurrió con la desaparición de más de 300 fideicomisos y fondos públicos, los cuales fueron extinguidos y sus fondos recuperados y transferidos a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

 

En la lista se encuentran organismos de todo tipo, algunos creados en los últimos dos sexenios, otros cuentan con trayectoria, reconocimiento y prestigio a nivel nacional e internacional; tal es el caso del Instituto Nacional Electoral (INE), el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFETEL), el Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información (INAI), el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPED) y la Comisión Reguladora de Energía (CRE), por mencionar algunos.

 

Lo cuestionable, es que los argumentos hasta ahora presentados por el Presidente, no justifican la propuesta; si bien algunos de ellos presentan niveles elevados de corrupción o resultan onerosos para el aparato gubernamental en comparación con los resultados que ofrecen, también es cierto que muchos de ellos ofrecen beneficios directos e indirectos para la sociedad, además de que en todos, existes una estructura de mujeres y hombres, servidores públicos que cuentan con familias, que su único sustento es su empleo. Por ello, lo que verdaderamente preocupa, es que hasta ahora no exista un análisis serio que refleje la viabilidad de mantener o extinguir alguno de estos organismos autónomos.

 

No cabe duda que en México contamos con uno de los aparatos gubernamentales más obesos que existen en el mundo; donde no solo organismos, sino hasta Secretarías de Estado, seguramente no justifican su permanencia, especialmente en función de los resultados que generan, lo engrosado de su estructura y lo elevado de sus nóminas. Por el contrario, existen organismos con reconocimiento a nivel internacional, como el caso del INE, que si bien en el pasado ha sido cuestionado su actuar, en los últimos 20 años ha logrado consolidar su trabajo y su papel como una institución garante de nuestra democracia; logro que ha dado como resultado que en este periodo, nuestro país haya experimentado dos alternancias en el Poder Ejecutivo, reflejando la consolidación de una cultura democrática en la sociedad.

 

Se requiere, es un verdadero estudio de viabilidad para mantener o extinguir tal o cual organismo, pero debe ser producto de un análisis a profundidad, con la mayor seriedad, utilizando procedimientos y herramientas administrativas probadas, y no con inventos u ocurrencias mediáticas. Una reingeniería administrativa, es un procedimiento (avalado y comprobado), que consiste en rediseñar los procesos al interior de una organización, con el fin de instaurar una mejora continua que permita administrar eficientemente sus recursos, en aras de obtener mejores resultados y alcanzar sus objetivos institucionales… Justamente ésta es la diferencia entre proponer cambios administrativos o necedades administrativas.

 

Es posible realizar estos cambios, solo requiere es que se hagan con conciencia, ya que incluso algunos demandarán reformas constitucionales. Debemos pasar de la improvisación y la ocurrencia, a la prudencia y la congruencia; es donde radica la diferencia entre proponer un cambio por necesidad más que por necedad.


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