Inauguración del Ángel de la Independencia

 

Desde el inicio del siglo XX se comenzó a discutir cuáles serían los festejos y los monumentos que darían marco a la celebración del Primer Centenario de la Independencia Nacional. Por lo que el presidente Porfirio Díaz inauguró la Columna de la Independencia o Ángel de la Independencia, para conmemorar en forma, solemne que los mexicanos alcanzaron su libertad para dirigir su propio destino. La obra del arquitecto Antonio Rivas Mercado, se convirtió en el emblema del final de una época: el porfiriato. La inauguración fue el 16 de septiembre de 1910.

Para el 12 de septiembre de 1911 la revista Nueva Era, publicaba una detallada reseña del monumento: “El estilo de la obra, por su naturaleza y por su destino, tenía que ser de una arquitectura grandiosa. Hay en la columna grandeza de pensamiento, belleza de forma, unidad en el plan y variedad en los accesorios. La terraza mide 1.60 metros de altura sobre la banqueta de 10 metros de ancho. La banqueta tiene un ligero ascenso hacia el centro. La terraza es cuadrada y ostenta cuatro obeliscos, uno en cada ángulo; cada obelisco lleva cuatro grandes farolas  o globos de luz electrónica y una balaustrada que son de granito de baveno. Las farolas son de bronce, color verde olivo claro. El mosaico del pavimento está formado con mármoles de varios colores, tales como el verde de Génova, el rojo y el amarillo de Verona…” 

También cabe resaltar que en 1921 se acuñó por primera vez el término “Centenario” a una moneda para conmemorar el centenario de la Independencia de México. En el anverso, la codiciada moneda,  presenta un antiguo escudo nacional, en su reverso nos muestra el monumento, precisamente, del Ángel de la Independencia, al fondo se aprecian los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl. Esta moneda tiene un contenido de oro puro de 1.20565 Oz, y una pureza de 0.900, por lo que es una de las monedas de más calidad de todo el mundo. 

En México se han realizado diversas fiestas, obras y escritos para reconocer la libertad y la independencia Se trata de recuperar todos los valores que puedan contribuir a la construcción de una identidad propia que nos diferenciara y afianzara  como nación, para defender y engrandecer a la patria.