lunes, 14 de septiembre de 2020

Lo que nos une Por: David Quitano Díaz

 Seguridad pública municipal 



Existe una enfermedad muy similar al COVID-19, que, por desgracia, también genera mucho dolor y fragmentación entre las familias. Ese virus es el de la inseguridad. Como una expresión de su presencia, destaca que en los primeros seis meses del año en curso fueron asesinadas 17 mil 982 personas en México.


Se trata, en promedio, de casi 100 asesinatos de forma premeditada todos los días en 2020, la mayoría de ellos con armas de fuego. Es un nivel de violencia inédito para un primer semestre de acuerdo con los especialistas. En días recientes la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), reveló que entre septiembre de 2019 y julio de este año, 22 ciudades del país presentaron el mayor índice delictivo. Dichas ciudades están ubicadas en los estados de Veracruz, Puebla, Coahuila, Guanajuato y Zacatecas. Algo que preocupó a todos los coatepecanos, es el hecho de que nuestro municipio apareció en esa nada honrosa lista. 


Una de las principales atribuciones del municipio es la de prestar el servicio de seguridad pública para procurar que el desarrollo de la vida comunitaria transcurra dentro de los cauces de la seguridad. De conformidad con las atribuciones, la autoridad municipal debe organizar y proveer de medios a las dependencias que tienen a su cargo las funciones de policía, seguridad, vialidad y asistencia a la población en situaciones de emergencia, a fin de mantener estable el orden público y la prevención del delito. 


De lo anterior, en Coatepec en términos generales poco se hace, en buena medida porque el accionar institucional en materia de seguridad es por lo general reactivo y no preventivo. Para garantizar la seguridad de los ciudadanos, los gobiernos dependen de factores diversos, fundados en estrategias de acción y fortalecidos por personal profesional, con calidad y enfocado a cumplir con el servicio público. Las mejores prácticas, las que se ha comprobado que sirven en materia de seguridad, es dar a la policía un sentido de pertenencia a la comunidad que atiende, enfocando su servicio en evitar la delincuencia y preservar la paz.


En ese sentido, y dado que el espacio público pertenece a todos, la protección adquiere una connotación de corresponsabilidad, en la que vayamos todos juntos, con una dinámica social en la que todos nos hacemos conscientes de nuestros derechos y responsabilidades, cuidando el respeto de los derechos humanos y las garantías sociales.


Por eso redacté algo sobre seguridad visto desde el gobierno local. Desde los municipios se debe fomentar el fortalecimiento de valores y principios en la formación de sus oficiales, encaminados al respeto de las leyes y a construir una cultura de la legalidad que nos permita afrontar retos cotidianos, como la toma de decisiones rápidas que ponen a prueba su profesionalismo y valores.


Después de revisar, me he podido percatar de que no contamos en nuestro municipio con un Manual de Policía Vecinal de Proximidad, que nos permita como ciudadanos ayudarnos los unos a los otros, que logre una reorganización de la operatividad eficiente para proteger y servir a la comunidad. 


A fin de ir de la mano en la reconstrucción del cuerpo policial, coordinado, familiarizado con la ciudadanía, y dignificado por la misma, dispuesto a la modernización de la infraestructura y aceptación de las herramientas tecnológicas. Esta idea de modelo de la Policía de Proximidad considera que la interacción entre la Policía y la comunidad es la base principal de la función de seguridad y el mecanismo esencial para la recuperación paulatina de la confianza ciudadana en su sistema de vigilancia y protección.


También la participación amplia de los jóvenes es fundamental porque permite que ellos mismos puedan reflexionar sobre su situación y sus necesidades, incidir en la definición de sus prioridades, hacer demandas y propuestas y así ser protagonistas de su presente y de su desarrollo.


Para generar resultados, es indispensable que la prevención pase de ser un discurso o simples acciones aisladas, a ser una estrategia conjunta, ello es una ausencia, que no nos podemos permitir. 


David Quitano Díaz: Licenciado en Economía y en Derecho. Maestro en Relaciones y Negocios Internacionales y Maestro en Políticas Públicas. Dr. en Gobierno y Administración Pública. Y Doctorante en Derecho.  

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