Los adultos mayores son en México sinónimo de admiración, respeto, dignidad, trabajo, paciencia y amor, entre otros adjetivos, que ellos mismos se han ganado en sus largos años de vida. En cada familia hay un adulto mayor al que le guardamos el más profundo respeto y por lo mismo lloramos el día de su partida, y desde luego, le llevamos día con día en el corazón.
Cuando requerimos de un consejo sabio, acudimos por lo regular con un adulto mayor, para recibir de él una palabra que nos haga verificar el rumbo, no es casualidad, ya que son ellos quienes ya han transitado por esta vida llena de obstáculos y dificultades que ellos ya han sabido enfrentar con éxito.
En este sentido la 4a transformación no ha abandonado nunca a los adultos mayores como lo hicieron los gobiernos de antaño, al contrario, se les ha tendido la mano amistosamente en señal de agradecimiento, acaso, para retribuirles lo mucho que han hecho por nosotros.
En los recorridos que hemos realizado a lo largo del distrito, he tenido el honor de saludar a muchos adultos mayores que nos han expresado sus sinceras muestras de cariño y de apoyo, son ellos quienes han atestiguado muchos sexenios de malos gobiernos y quienes hoy dan fe que por fin, la revolución le está haciendo justicia al pueblo.
Para la Cuarta Transformación, la dignificación de los adultos mayores es asunto prioritario. Esta es la forma de retribuir a quienes ya trabajaron toda una vida -y algunos lo continúan haciendo- pero no tuvieron la oportunidad de cotizar para tener una pensión digna, debido a las condiciones injustas que imperaba en nuestro país.
Afortunadamente eso está cambiando y ahora se trabaja con sentido social, humano y se prioriza el bienestar del pueblo por encima de todo.
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