Cohetes contra piedras
En ocasiones observo en las películas realizadas en el Medio Oriente (lugares bastante calurosos por cierto), que beben café, hasta hay quien afirma que esta bebida ayuda a que el cuerpo se refresque más rápido, ahora que ha estado haciendo un poco de calor he puesto a prueba ese mito, mientras busco mitigar el calor, vuelo a la velocidad de la imaginación en una alfombra mágica hasta la franja de Gaza, escenario hoy día de una Intifada más; recuerdo también aquella brutal fotografía en la que niños judíos escribían dedicatorias para los niños palestinos en las bombas, proyectiles que lanzarían en breve a esa franja en disputa. Para quienes han seguido de cerca el conflicto entre Palestina e Israel sabrán que el estado israelí se creó dividiendo a Palestina en dos, tomando parte del territorio de este pueblo en 1948 gracias a una resolución de la ONU (obviamente apoyada por los EUA), después de que los ingleses incumplieran la promesa de reconocer la independencia de Palestina como nación. Ahora, con estos nuevos ataques de Israel hacia Palestina, quisiera decirles muchas cosas, pero uno de los mejores poetas cubanos encontró las palabras correctas para decir lo que pienso, le comparto su poema.
“Halt”
Luis Rogelio Nogueras
Recorro el camino que recorrieron 4,000,000 de espectros.
Bajo mis botas, en la mustia, helada tarde de otoño cruje dolorosamente la grava.
Es Auschwitz, la fábrica de horror que la locura humana erigió
a la gloria de la muerte.
Es Auschwitz, estigma en el rostro sufrido de nuestra época.
Y ante los edificios desiertos, ante las cercas electrificadas,
ante los galpones que guardan toneladas de cabellera humana
ante la herrumbrosa puerta del horno donde fueron incinerados
padres de otros hijos, amigos de amigos desconocidos, esposas, hermanos, niños que, en el último instante, envejecieron millones de años, pienso en ustedes, judíos de Jerusalén y Jericó, pienso en ustedes, hombres de la tierra de Sión, que estupefactos, desnudos, ateridos cantaron la hatikvah en las cámaras de gas; pienso en ustedes y en vuestro largo y doloroso camino desde las colinas de Judea hasta los campos de concentración del III Reich.
Pienso en ustedes y no acierto a comprender cómo olvidaron tan pronto el vaho del infierno.
Auschwitz-Cracovia, 21 de octubre de 1979.
La animosidad se aprende, uno no nace odiando a los demás, recae necesariamente en nosotros los adultos la responsabilidad de que los niños crezcan siendo tolerantes o no, para muestra de lo que afirmo le comparto la fotografía de la que hablé al inicio, vea como estos menores toman un plumón para escribir mensajes, sentencias y dedicatorias contra los que les dijeron que eran sus enemigos, ¿Lo habrán hecho por voluntad propia o alguien influyó en sus criterios?, yo creo que así fueron educados.
Usted tome sus propias conclusiones, tome nota también si le duele esta verdad, vigile lo que hace, así como lo que dice frente a los pequeños, no vaya a ser que en el futuro este niño sea uno de esos entes que sólo quiere ver al mundo arder.
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