Una vez que los comicios han pasado podemos realizar un análisis de lo que nos dejó este proceso electoral.
Una de las enseñanzas es que las alianzas si funcionan, resultaron muy efectivas a nivel legislativo. Las alianzas de los partidos opuestos al gobierno pudieron superar las cifras, veamos:
MORENA y sus aliados obtuvieron un 48% de participación, por otro lado, la otra alianza opuesta al gobierno obtuvo un 52%.
MORENA redujo el número de curules de su bancada de 253 a 197.
Con esto ya no podrán cambiar las leyes sin contar con el acuerdo de los otros partidos. MORENA no tiene la mayoría en la Cámara de Diputados, ya no podrán desaparecer al INE como tanto vociferaron.
Ya no será tan sencillo reformar la Constitución a capricho del presidente.
Solo será posible para ellos hacer cambios a leyes secundarias, lejos quedaron de los 333 votos para reformar la Carta Magna.
Otra enseñanza es vislumbrar que sí es posible, con la unión, derrotar a MORENA.
Otra lección es aprender que la polarización, la división ha sido un instrumento utilizado en contra del crecimiento social y político del país, alentada cotidianamente por el mandatario desde sus ruedas de prensa.
Una estrategia para pulverizar la unidad política es alentar la aparición de tantos partidos políticos que debilitaron la fortaleza de algunos institutos políticos históricamente constituidos.
Otro aspecto muy importante, los resultados obtenidos por MORENA en la ciudad de México.
Sin duda esta elección nos brinda la oportunidad para ver las cosas desde otro punto de vista. Alejados de la euforia del triunfo y la amargura de los fanáticos.
Queda observar el pago de favores, los premios a los traidores.
Correo electrónico hectorhernandezparra77@gmail.com
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