Como
franco reto a la autoridad, los vendedores ambulantes reclaman sus “derechos”
con mantas, mal informando al turismo sobre la verdadera situación: que son
gente ajena al municipio que se burla de las leyes y reglamentos, obstruye vialidades
y banquetas, además de realizar competencia desleal.
En
una motocicleta sin placas, dos adultos transportan a dos menores de edad sin
la menor protección. Son prácticas cotidianas que se ven en la ciudad, sin que
exista autoridad que las regule. La inconciencia de los padres pone en serio
riesgo la integridad física de los menores.
Este
bache en la banqueta afuera del salón social de la Cruz Roja, ha ocasionado
accidentes leves a la gente que camina por ahí, sobre todo por las noches. Es urgente
su atención por parte de la autoridad correspondiente, antes de que personas de
la tercera edad o discapacitadas, sufran algún percance grave.
La
semana antepasada en este mismo espacio se denunció el daño a la estructura del
arco del mercado “Rebolledo”, del lado de Juan Soto, donde los usuarios de una
pescadería lo rompieron solo con el fin de expandirse. Sin embargo, dicho daño
a la construcción del mercado ya fue reparado.
Una
práctica común en la ciudad es la invasión de espacios públicos, como calles o
banquetas, con negocios que obstruyen el libre tránsito de vehículos o
peatones. Un claro ejemplo de ello es esta taquería que opera en la calle Amado
Nervo a la altura del número 70, donde el peatón se tiene que bajar al arroyo
vehicular.
Este
es otro ejemplo de que no hay autoridad que regule el uso de espacios públicos,
lo que ocasiona que personas abusivas se adueñen de ellos, ignorando cualquier
reglamentación de imagen urbana. Muy cerca de la taquería anterior, a unos metros
de la iglesia de la Luz del Mundo, hasta techada está la vialidad.
Continúan
los trabajos de restauración de la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, los
cuales ya van muy avanzados. Ha sido un trabajo conjunto entre el sacerdote, el
patronato, arquitectos y personas altruistas que ha apoyado económicamente para
el remozamiento del edificio que es monumento histórico.
Así
luce la calle Lerdo a la altura del mercado, libre de vendedores ambulantes.
Desde luego permanece permanentemente vigilada por la policía. De lo contrario,
estos grupos ya se habrían instalado nuevamente, como ya lo han intentado. El
ciudadano respalda las acciones de la autoridad en este rubro y exige
continúen.
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