¿DE AFICIONES A MANÍAS?
Por:
Yamileth Abigail Hernández Ramírez
Una
afición se dice que es un gusto o interés por alguna cosa o actividad, que se
realiza por mero gusto de la persona misma. Podría definirse mejor como un hobby.
En
cambio una manía es una costumbre caprichosa y hasta extravagante de la que,
con el tiempo, se va convirtiendo en una “necesidad” creada por la persona
misma.
¿Qué tan
cierto es el dicho “Lo prohibido siempre será lo más tentador”? Me inclino
hacia esta pregunta porque una manía es más que nada lo prohibido para los
jóvenes, es aquello que dicen “yo quiero hacer eso” y aunque sepan que está mal
hacerlo o decirlo, lo llevan a cabo. ¿Por qué? Por mera rebeldía, por querer
encajar con una sociedad que cada día exige más un joven valiente y único.
¿Quién
no ha tenido alguna ocasión meramente tentadora? Vamos, no se mientan en sus
propias mentes. Todos en algún momento han pasado por algo que saben que no va
con su persona, que va hasta en contra de sus propios valores y criterios, pero
¿qué nos lleva a decir “SI”? Los comentarios de las demás personas nos afectan
y nos exigen decir “SI” cuando queremos decir “NO” y viceversa.
Los
jóvenes más que nada se dejan llevar por la apariencia de su amigo o amiga,
aquel que si les invita un cigarro y les dice “solo esta vez, no están tus
papás, no se enterarán” y aunque sabe que sus papás le han prohibido fumar sin
su consentimiento, lo hace, por darle gusto y encajar con su grupo de amigos.
Las
afición número uno en México es ver la televisión, ese medio masivo que solo
enseña cúbicamente, aquel que solo dice lo necesario que el ciudadano debe
saber y aprender; lo peor de todo es que así lo acepta el país.
¿Te
gusta leer? Qué crees, la quinta afición de un mexicano es leer, aquella
actividad que si tú quieres te puede entretener, informar, ayudar a razonar y
comprender. Y para acabarla, el promedio de libros leídos en México por la
población adulta en el último año fue de 3.8, de acuerdo con los resultados más
recientes del Módulo de Lectura (MOLEC) levantado por el Inegi el 20 de Febrero
de este año.
¿Qué
hace falta? ¿La educación no está siendo favorable? ¿Son las escuelas o los
papás? Dicen por ahí que cada quien hace su propio destino, otros dicen que ya está
escrito y no se puede cambiar. Pasa que los jóvenes quieren ser únicos y
diferentes, y que los papás quizá no están educando adecuadamente a sus hijos
por mera inmadurez.
Este
tema tiene mucho sentido hacia la madures tanto de los jóvenes, como de los
adultos, papás, maestros. No se deja madurar a un joven psicológicamente, los
tienen en una cierta burbuja, no antisocial, pero si dependiente.
Estas
aficiones convertidas en manías pueden darse en actividades cotidianas, como
son chats, fiestas, internet, amistades, noviazgos. ¿Por qué? Un ejemplo de una
manía es escuchar decir a un chavo “ah sí, es una chavita que me encontré en
Facebook, pero solo me divierto con ella, luego le dejo de hablar”; a los tres
meses sigue diciendo lo mismo, a los 8 meses sigue diciendo que no hay
problema, que en el momento que él quiera la deja, no son novios, ni amigos,
solo distractores, al año y medio sigue con ese chat recurrente, a los dos años
sigue siendo igual, sin noviazgo, sin amistad estable, solo entretenimiento.
¿Qué pasa? Con el tiempo esa pequeña actividad se convierte en la manía de
estar ahí entreteniéndose con esa “chavita”. No es nada del otro mundo pero
mejor prevenir que lamentar.
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