EDITORIAL
A la memoria de nuestra querida Guadalupe Mora Palacios, a un año
de haberse cancelado atrozmente la luz de su existencia, y manteniendo la
exigencia de justicia y la condena pública por tan cobarde hecho.
El paso del tiempo marca
el destino de nuestras vidas en sentido individual y colectivo, y el desarrollo
o rezago que se registre siempre estará fundamentado en la condición temporal.
Faltan 7 semanas para que
los actuales gobiernos municipales concluyan su ejercicio constitucional, para
darle paso a las nuevas administraciones a partir del 1 de enero.
Lo que Coatepec ha vivido
en este cuatrienio no corresponde a las expectativas iniciales ni a lo que al
final, se ha logrado generar como ruta de mejoramiento social. Queda en el
registro histórico lo vivido y lo no realizado, siendo lo principal, lo que se
avizora en el futuro inmediato a partir del momento que estamos viviendo.
Hay condiciones que prometen
un mejor escenario que permita enderezar el rumbo para bienestar de la
población. La rehabilitación con concreto hidráulico de la carretera a Xalapa propiciará
una mejor comunicación para el traslado de personas, recursos materiales y
servicios.
La vida útil del
concreto está prevista para al menos 20 años generando un beneficio estimado al
millón de personas de ocho municipios que conectan directamente a Xalapa y
Coatepec, entre ellos Xico, Teocelo, Cosautlán de Carvajal, Jalcomulco, todos,
con un potencial turístico, agrícola y comercial que permitirían experimentar
un crecimiento a partir de buenos gobiernos municipales.
Las
características de Zona Metropolitana que se han generado entre Coatepec y
Xalapa condicionan los planes de desarrollo que habrán de seguirse para armonizar
retos comunes que inciden las actividades económicas y sociales que se comparten.
Es clara la
vocación turística que Coatepec tiene, sin embargo, todavía hay un potencial por
detonar en materia de productos, bienes y servicios. Queda para las siguientes
autoridades un desafío por delante para ampliar las oportunidades de desarrollo
para que más inversionistas destinen financiamiento para crear más fuentes de
empleo en el municipio.
La premisa a
seguir es clara: hacer que la calidad de vida de la población crezca en función
de varios indicadores, como un mejoramiento de la movilidad urbana, que la percepción
de seguridad crezca, que el orden público sea ejemplar para alcanzar mejores condiciones
de convivencia, todo esto de la mano de un eficaz aparato municipal.
Es momento oportuno
para enmendar el camino y aprovechar nuevas condiciones de modernidad que son
necesarias para propiciar un crecimiento integral.
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