El
nacimiento de los cuentos de hadas
Por: Akin Salver
El 20 de diciembre de 1812 apareció la primera edición de los
cuentos recopilados por los hermanos Jacob y Wilhelm Grimm, un libro destinado
a convertirse en uno de los más conocidos del mundo. Se cumplen 205 años de los Cuentos de hadas de los hermanos Grimm.
Desde
entonces los cuentos de los hermanos Grimm, como se les conoce, han sido
traducidos a 170 idiomas y desde 2005, la primera edición que se encuentra en
Kassel (centro de Alemania) forma parte del Patrimonio Cultural de la
Humanidad.
El éxito de
los cuentos no fue inmediato. Al comienzo, a muchos lectores no les gustaron
por el exceso de detalles crueles que incluían y de notas de pie de página de
los dos hermanos que estaban más acostumbrados al rigor filológico que a la
creación de cuentos. Otro de los impedimentos para el éxito fueron las
alusiones sexuales demasiado directas, que fueron eliminadas de ediciones
posteriores.
Los cuentos
que les darían fama mundial eran sólo uno de los muchos proyectos de dos
profesores que tenían como propósito clave, recoger la tradición cultural
popular alemana, para lo cual también realizaron colecciones de poemas.
La
recolección de cuentos empezó hacia 1806 y, pese a la idea romántica de los dos
hermanos, de ir de pueblo en pueblo para recuperar historias perdidas, todo
parece indicar que el trabajo de campo fue mínimo y que quienes les contaban
las historias fueron personas que pertenecían a su círculo de amigos y conocidos.
La presencia de muchos cuentos que ya habían aparecido en la colección del autor barroco francés Charles Perrault se debe a que algunas de las personas que les relataban los cuentos eran de origen hugonote y contaron esas historias que habían aprendido de sus mayores.
La presencia de muchos cuentos que ya habían aparecido en la colección del autor barroco francés Charles Perrault se debe a que algunas de las personas que les relataban los cuentos eran de origen hugonote y contaron esas historias que habían aprendido de sus mayores.
El detalle
es curioso porque el propósito de los Grimm era recuperar tradiciones alemanas
como forma de resistencia frente a la dominación napoleónica y, a través de los
hugonotes, terminaron incluyendo en la colección cuentos franceses.
Tras la edición de 1812, Jacob Grimm (1785-1863) se concentró en otros asuntos como la lingüística o la historia de las religiones.
Tras la edición de 1812, Jacob Grimm (1785-1863) se concentró en otros asuntos como la lingüística o la historia de las religiones.
Wilhelm
Grimm (1786-1859), en cambio, se dedicó a reescribir los cuentos para hacerlos
más atractivos y a aumentar la colección para lo cual recurrió a nuevas
personas conocedoras de relatos.
En 1815 apareció la segunda edición, menos voluminosa que la primera, y, con las modificaciones introducidas por Wilhelm Grimm, fue el comienzo de un éxito que sigue vigente.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario