MI PASO SIGUIENTE, MAGISTRADO EN RETIRO.
Conforme a la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial, todos los Magistrados que rebasen los 70 años de edad, deben jubilarse. Siendo así, por ley, me corresponde como a todos mis compañeros en igualdad de circunstancias, pasar a ser MAGISTRADOS EN RETIRO.
Dicho puesto nos permite una pensión digna y de acuerdo a la ley de Pensiones que disfrutaremos orgullosos de haber cumplido la tarea que nuestra profesión nos deparó.
Pues bien queridos amigos, siguiendo las enseñanzas del inolvidable Maestro Don Luis Recasens Siches: para comprender los actos humanos debemos conocer los antecedentes y los componentes de una determinada situación, caer en lo razonable, lógico, comprensible e inteligente.
Comprender al ser humano, y al propio o el ajeno, es lo que hace posible la convivencia.
Nuestra vida, no en el sentido biológico, sino filosófico, como expresión de lo que somos, de lo que pensamos, sentimos y hacemos, de lo que nos pasa y nos preocupa, esto es: que la vida puede ser fácil o difícil, la vida nos plantea problemas que tenemos que resolver; cada cual tiene que vivir su propia vida.
La vida es en ocasiones placentera y en otras puede ser una pesada carga; la vida es dolor y preocupación, tiene triunfos y fracasos; la vida carga con responsabilidades, en fin la vida humana, según el filósofo Español, Ortega y Gaset, estriba en cuanto dijo “El hombre es y sus circunstancias”.
La vida es nuestra vida, no la de otros, es decir lo que somos y lo que hacemos; parece trivial y en ocasiones tensa, preocupante hasta dramática, momentos densos y que parecen lastimarnos; sin embargo, en nuestra intimidad, sabemos que el mundo, nuestro mundo, son los asuntos de cada día, en que nos vemos enredados, por eso se quiera o no se quiera, estamos obligados a nadar a veces a contra corriente, en ese mar de nuestros asuntos.
Otro filósofo Kurt Riezler nos dice: desde el principio y para siempre, el hombre es un hombre en un ambiente o contorno. Esté contorno o ambiente es el del hombre.
Solo será lo que pueda hacer potencialmente y lo que elige ser.
Vivimos en una circunstancia, contorno o mundo determinado y limitado.
Podemos aceptar o evadir ese destino, como ser humano se tiene que decidir lo que vamos hacer en el momento preciso.
Por todo ello, en este momento de mi vida, de la vida de ustedes, con base a mis experiencias, solo les digo que habré de cumplir mi destino de acuerdo a mis circunstancias, por lo que así conviene en mi vida y que agradezco haber transitado con ustedes a lo largo de tanto tiempo y que espero continuar a través de nuestra amistad, que ofrezco por entero a todos y cada uno de ustedes, de los que me escuchan y de los que me creen.
¡Hasta pronto!
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