DESDE LA FINCA - Por: El Cortador

Calores y fiesta.- Con sombrero nuevo y bien “mudao”, el viejo cortador curtido por el tiempo y el trabajo, se enfundó unos botines, que ya casi no se usan, que aunque viejos están bien cuidados porque solo los usa en ocasiones especiales. Pantalón de dril bien planchao y camisa abotonada, se prepara para cumplir con un ritual anual: “Voy a visitar a la Santa”. Con un chiflido llama a dos compas más, que igualmente ataviados, acuden al llamado del viejo para emprender el viaje a Xico. “No pudimos ir a las alfombras, ni a la procesión de los arrieros, pero hay que cumplir con la visita a la iglesia. De paso pasamos a saludar a mi compa Leo pa’ echarnos un “cuatro vientos” y de ahí a los toros”… Cada año cumplen con la tradición de visitar a Santa María Magdalena y de paso asistir a la suelta de toros y, si se puede, ir a la corrida, luego de pasar a comer con varios amigos que siempre los esperan gustosos. Es una característica de los xiqueños ser hospitalarios y generosos. “Desde mi compadre Manuel Soto, no podíamos faltar. Abundaba el “verde” la “mora” y el mole”. Al iniciar el camino para ir a tomar el autobús, el abrasante sol los hace sudar más que en el jornal. “Ta’ duro el calor abuelo”. El vejo cortador con pasos largos y firmes les espeta: “P’us es canícula”. A paso rápido en la bajada de calzada de piedras, uno de ellos le pregunta sobre el tema; a lo que el viejo labriego responde: “La canícula es el término que se le da a la temporada del año en que el calor es más fuerte. Su duración es de cuarenta días. El origen del término alude a la constelación conocida como Can Mayor, y que se deriva de canes o perros, haciendo referencia al calor abrasivo y su vínculo con la estrella Sirio, conocida como La Abrasadora”. Ante tal explicación, nadie dice nada, por lo que el correoso anciano continúa: “Antes existía la creencia de que los efectos de la canícula provocan la tardanza en el cierre de una herida así como un incremento de enfermedades. Es una época de sequía porque no llueve. Se dice que las plantas se secan, que las crías que nacen en este periodo pueden morir, que las plagas se alborotan, entre otras cosas. Según los mitos de mis abuelos, quienes siempre estaban al pendiente del inicio de la canícula, decían que si la canícula inicia con lluvia, significa que la mayoría de los 39 días que faltan también van a estar lluviosos, pero que cuando hace mucho calor el primer día, quiere decir que siempre van a estar las temperaturas muy altas”. Ya en la parada del camión, dejan pasar dos porque van muy llenos, el sabio de los cafetales sigue con su ponencia: “La canícula es un fenómeno meteorológico que se da a mediados de julio hasta fines de agosto, hay sequía debido a que el planeta se acerca más al sol que en cualquier otra época de año y recibe sus rayos de manera más directa. Se decía que el día de San Bartolo, el 24 de agosto, ya es cuando sale la canícula, que según decían que el diablo andaba suelto”. Entre risas y bromas por la charada, los campesinos ya les apura por llegar a las coloridas calles del, ahora, Pueblo Mágico, y compartir con los miles de visitantes, las tradiciones, las creencias, la fe, la fiesta y la alegría de esta celebración que es una de las más importantes del estado. Ya cuando se van bajando del Excelsior, en tierra xiqueña, el honorable maestro les advierte: “Nomás les recuerdo que si revuelven la mora con cerveza van a agarrar un pedo de los mil diablos. Así que más les vale que se midan, porque si se emborrachan, los dejo”