lunes, 23 de julio de 2018

Editorial

Parece distante el cambio de gobierno en Veracruz a tan solo cinco meses de distancia. Cambio que por segunda ocasión será de alternancia. Hace dos años Miguel Ángel Yunes Linares echaría de palacio de gobierno a Javier Duarte, luego de una nefasta administración caracterizada por el robo institucionalizado y la violencia imparable. Dos años después, tras una administración fracasada, dedicada a la persecución y a la sucesión, Morena arrasa para sacar al PAN del gobierno del estado.

Yunes Linares, prometió que en los primeros seis meses de su administración reduciría los niveles de violencia heredados del Gobierno de Javier Duarte. Sin embargo, las cifras oficiales muestran que la reducción en la actividad criminal no se ha reducido, sino al contrario: avanza con fuerza en la entidad. Se dedicó a perseguir al exgobernador y a su esposa, cuando su deber era mejorar las condiciones de vida de los ocho millones de veracruzanos, en particular de aquellos que han sufrido por la violencia, por falta de acceso a la salud, o bien, muchos de los que siguen en espera de una oportunidad para mejorar sus condiciones de vida.

Hace poco más de dos años,  Yunes Linares, siendo todavía gobernador electo, publicó un desplegado en el periódico Reforma en el que urgía al presidente Enrique Peña Nieto a intervenir en el estado para evitar que se impusieran reformas que blindaran la salida de Duarte; como el  “nombramiento de un incondicional como ‘Fiscal para Combatir la Corrupción’ inamovible por cinco años”, así como el “nombramiento de magistrados de una ‘Sala Especializada para combatir la corrupción’ a partir de una sola terna propuesta por el propio gobernador”.

Pues dos años después, luego de que su hijo perdiera las elecciones de Gobernador y se esfumara su “sueño” de una sucesión dinástica, Miguel Ángel Yunes Linares pretende hacer lo mismo que Javier Duarte: blindar su salida del gobierno con el nombramiento de incondicionales en cargos estratégicos. Asimismo, el todavía presidente del Poder Judicial del Estado (TSJE), Edel Álvarez Peña, “urgió” al gobernador Yunes Linares a presentar sus propuestas para sustituir a doce magistrados del Tribunal Superior de Justicia, con el mismo objetivo: colocar personas afines a su grupo e intereses. Con lo que pretende “colonizar” el Poder Judicial para, además de controlarlo y contrapuntear al Legislativo y al Ejecutivo, que estarán en manos de Morena en unos meses, evitar que el actual fiscal general, Jorge Winckler, sea destituido e inhabilitado vía un juicio político.

A pesar de la derrota electoral, Yunes Linares busca mantener un coto de poder transexenal: intenta seguir gobernando a Veracruz a través de uno de los tres poderes del estado y usar a la Fiscalía General como arma contra el próximo gobierno. Igual que Duarte, de quien no se diferencia en absolutamente nada.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario