lunes, 23 de julio de 2018

REFLEXIONES - Por: Héctor Hernández Parra

El descontento es uno de los efectos que la política ha causado entre nosotros, a quienes se desenvuelven en ese medio de una manera frecuente los identificamos por su conducta y por la imagen pública que tenemos de ellos, desfavorable en su mayoría.

En algunas ocasiones el desprestigio social se traduce en los porcentajes bajos de popularidad y que electoralmente se traducen en abstencionismo y en otro indicador, en las boletas electorales la tendencia a generar un alto indicio de votos nulos.

Algunos partidos políticos tienen otros indicadores del rechazo social y que se traducen en una cifra muy baja de la intención de afiliarse a sus padrones de simpatizantes de manera voluntaria, esto muestra el abismo entre estas instituciones y la ciudadanía común y corriente.

Los medios de comunicación se encargan intermitentemente de dar cuenta de esta hostilidad ciudadana. En cada proceso electoral se actualiza el efecto latente de estos desencuentros.

Sin percatarnos, la política se ha convertido  en una actividad social y humana; sin ciudadanos no hay política.

La función de los medios de comunicación es cada vez más cercana a nosotros, es un elemento que matiza nuestras opiniones, que nos orienta o nos distrae, nos aleja de la realidad, nos confronta, nos cuestiona o genera un reto interno.

Sin los medios de comunicación, la política, la conducta social sería ajena al interés común.

Gracias a los medios hemos aprendido a identificar el entorno que envuelve una nota sensacionalista, un video escándalo nos impulsa a profundizar detalles, el manejo de las redes sociales nos coloca en la oportunidad de convertirnos en comunicadores instantáneos, en fotógrafos a la caza de situaciones comprometedoras.

La política a diferencia de lo que se supone está presente en la actividad humana, forma parte de nuestro entorno contemporáneo, está presente en la necesidad humana de interactuar socialmente a través de los medios de comunicación, imperceptible en las notas sangrientas que buscamos con morbo en la nota roja de los periódicos, la sección deportiva, la reseña social de las fiestas, a esta envoltura es la politización de nuestro entorno, de nuestro espacio público.

Contacto: hectorhernandezparra77@gmail.com

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