Desde Teocelo - Por: Angeheca

Teocelo, palabra compuesta “Teo”: dios, y “Ocelote”: tigrillo. La tierra del Dios Tigre. En unas pocas semanas se llevarán a cabo las fiestas patronales de este hermoso lugar, donde se celebra la religión, el sabor y la cultura. Podremos observar el Arco, imágenes de santos paseando por las calles, música, gastronomía, gente cálida recibiendo a quienes nos visiten, payasos, flores, zarzaparrilla, burro, baile… pero algo falta.

Algo que propios y extraños no podrán observar, será un Ocelote, por lo menos no vivo, ya que se considera un ejemplar raro y difícil de encontrar en estado salvaje, catalogado por la SEMARNAT desde 2014, como un animal en peligro de extinción.  Y no, no proponemos que se capture a uno para exhibirlo en una jaula. Todo lo contrario; los motivos por los cuales no los podemos observar al caminar rumbo a las cascadas de Texolo o el Pozón (Monte Blanco), ni en lo paseos por las fincas, se debe a que quedan muy pocos ejemplares, además de que son animales que le huyen al ser humano.

Además de la cacería furtiva, que lamentablemente se sigue dando como quedó constatado hace unas semanas donde cazadores dieron muerte a un oso hormiguero, abandonándolo en el lugar; también influye la disminución del hábitat debido a la expansión de potreros para pastoreo que obligan a la fauna a alejarse y competir con más especies por el alimento, en menos espacio.

Ni gobiernos locales, ni ciudadanos hemos realizado esfuerzos para recuperar esta especie, que nos da identidad, un ser vivo que tiene los mismos derechos a disfrutar de esta maravillosa tierra, y que seguramente estuvo antes que nosotros, no por nada llevamos su nombre en el pueblo y su imagen en el escudo.

Si no emprendemos acciones como ciudadanos responsables llegará el día que dejemos de ser “Teocelo” para convertirnos en “Teo”. Dioses hay muchos, pero ocelotes no.

En otro tema, el jueves 26 de Julio se llevó a cabo en la explanada del parque la “elección del comité de Contraloría Social del programa para adultos mayores: 65 y más” con la presciencia de la síndica Zayra Martínez. A pesar de que la concentración de personas era en dicho evento, más notorio fue para la población el hecho de que había mucho tráfico. Con las esquinas rodeadas de taxis, paradas de camión obstruidas por particulares y vehículos de distribución de compañías grandes, camiones bajando el pasaje en doble fila; y aun así el ayuntamiento no ha decidido quitar las cubetas con bambú que puso alrededor del parque, ya sea para estacionarse o para darle flujo a la carga vehicular.
Y ahora se ha acentuado el hecho de que diversos negocios alrededor del parque, apartan lugar en la vía pública para uso personal todo el día. Y por si fuera poco, frente a la acera del hospital, donde está un letrero de “prohibido estacionarse” todos los días y fines de semana se estacionan ahí, y ni quien haga algo. 

Teocelo debe cambiar para mejorar, empezando por nosotros mismos, pero si usted es amigo de quien lo hace, hágaselo saber.