1.- Que a diferencia de los simpatizantes de AMLO, que amenazaban con no respetar los resultados, todos los demás demostramos la civilidad de aceptar un resultado que no nos agrada.
2.- Que después de 12 años de campaña electoral, donde todos los días estuvo en medios de comunicación, el país quedó polarizado en dos corrientes de pensamiento.
3.- Que los simpatizantes de AMLO, en su mayoría votaron 5 de 5. Sin fijarse en la preparación, experiencia, ni en nada. Sólo hicieron tacharon en la boleta el recuadro de MORENA sin reparar en nada. En otras palabras: no hubo juicio ni reflexión.
4.- Al menos la mitad del padrón que participó, vota con el corazón, no con el cerebro. Creen ciegamente en que AMLO tiene la fórmula para cambiar a México.
5.- Más allá de la simpatía por AMLO, muchos votaron por castigo al sistema, por hartazgo, y porque en MORENA vieron la opción distinta. Aquí podemos decir que el voto fue en VENGANZA contra el PRI y el PAN.
6.- En el caso de Veracruz, a nadie le importa que Duarte esté o no en la cárcel, les importa que no gane el hijo del actual gobernador. Voto de VENGANZA
7.- A nadie le importan los niños inyectados con agua destilada en vez de su tratamiento contra el cáncer. Ni si se recuperó el dinero robado por Fidel, Duarte y Flavino, lo que importa es “que en Veracruz no hay monarquía”.
8.- A nadie le importa darle todo el congreso (Nacional y local) además de la presidencia al mismo partido. La gente asumió que todos los partidos que no son MORENA, son lo mismo, así que le dieron el poder absoluto en VENGANZA a la opción que creen distinta.
Los que no votamos por AMLO debemos estar tranquilos con nuestra conciencia. Votamos con juicio, no con sentimientos. Votamos para que a todos nos vaya bien, no para que al otro le vaya peor que como me ha ido a mí.
Los que votaron por AMLO hoy se ufanan, hablan en plural: dicen NOSOTROS, dicen GANAMOS, Y todavía hacen el comentario de “los que se iban del país, a ver si es cierto”, que lejos de buscar la UNIÓN, busca el desencuentro y la humillación.
A los que no votamos por AMLO, tranquilos. Antes de seis años, tal vez, diremos “te lo advertí”. Pero así es la democracia y “el pueblo” tiene derecho a sentirse bien hoy porque ganó.
Estén tranquilos. Hoy más que nunca México tiene el presidente que se merece.
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