lunes, 10 de septiembre de 2018

Editorial

Todavía no se instala completamente en nuevo gobierno y la cuarta transformación ya dio visos de incongruencia. Lo acabamos de ver en el Senado donde por la mañana se le niega la licencia a Velazco Coello para reincorporarse como gobernador y por la tarde se le autoriza. Los mal pensados dicen que fue por orden de su Tlatoani, quien al necesitar los favores de la Conago, instruyó a sus senadores para que lo aprobaran. Y no solo eso, sino que el Verde le transfiere cinco senadores verdes a Morena, con lo cual alcanza la mayoría calificada.

¿Qué no el discurso de campaña fue de cambiar las prácticas amañadas y la corrupción? Otra muestra fue el pleito entre Muñoz Ledo, Presidente de la Mesa Directiva del Congreso, con Fernández Noroña del PT, quien le reclamó que asistió al mensaje del Presidente a palacio nacional sin el consentimiento del Congreso.

Estas son dos pequeñas muestras del gobierno que se avecina. Mucha gente cree que el nuevo régimen será una especie de nuevo PRI; sin embargo, al parecer las circunstancias históricas, políticas y económicas, no lo van a permitir.

Aunque es un hecho que el gobierno de AMLO no va a tener contrapesos, está por verse si los legisladores y la suma de fuerzas políticas disímbolas que conforman el Congreso de la Unión, y que integrarán a los funcionarios designados en el Poder Ejecutivo Federal, vayan a permitir que el poder se ejerza de una manera monolítica como lo ejerció el PRI durante el Siglo XX.

Debemos también de tomar en consideración, que, en este Siglo XXI, existen muchas fuerzas incontrolables, debido a la penetración que las redes sociales han tendido en la sociedad y por la globalización de la política a la que nos encontramos sujetos. Además, la penetración del crimen organizado en nuestras instituciones y la diversidad de visiones políticas distintas que imperan en México, nos  lleva a pensar que el nuevo régimen de AMLO no la va a tener tan fácil para controlar al país como mucha gente cree.

La moraleja que debemos de aprender de todo esto es que los ciudadanos no debemos, en ningún momento, de bajar la guardia de hacerle contrapesos al gobierno nuevo, para inducirlo a que se conduzca dentro del estado de derecho y apegado a sus promesas de erradicar la corrupción y darle a los mexicanos una vida digna, con oportunidades y con libertades.

Aprendamos a navegar bajo las nuevas circunstancias de este nuevo régimen, a pesar de que formalmente en el Poder Legislativo vaya a tener muy pocas voces discordantes, y que los órganos del mismo vayan a ser avasallados por MORENA y sus aliados.

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