Difícil de entender para los pobladores de este bello municipio de Teocelo, que el alcalde pudiera ser el promotor de las manifestaciones. Así como las declaraciones del Director de Comercio: “nosotros somos muy eficientes, avísennos de algo y nosotros vamos a checar”, es igual de lamentable a la declaración que hizo el Director de Seguridad Pública a los manifestantes de Cetlalpan al acercárseles por la mañana en el pasado bloqueo: “El alcalde (de Teocelo) en unos momentos va a venir a atenderlos… mientras aquí tienen nuestro apoyo” y jamás hubo un intento por intentar convencerlos de liberar la vía. Tampoco la Síndica hizo algo cuando pasó caminando por el bloqueo para ir al Puerto de Veracruz al acto protocolario para recibir una, de las 100 ambulancias entregadas por el Gobierno del Estado.
Fue de nuevo, el Delegado de Política Regional, quien corrigió al Director de Seguridad Pública, haciéndoles saber a quienes bloqueaban la carretera, que lo que hacían era un delito y fue él quien dio pie al diálogo. Es decir, a Teocelo puede venir quien se le ocurra a bloquear la carretera, al ya famoso “manifestódromo”, porque no hay autoridad local que defienda los intereses de los ciudadanos.
Del mismo modo, el Director de Comercio pretende que seamos los ciudadanos quienes le digamos todo: los comercios que venden alcohol frente o cerca de los campos deportivos, los talleres que derraman el aceite y desvalijan carros en la vía pública estorbando y contaminando, los negocios que hacen suyo la vía pública para beneficio propio, etc.
En ese sentido, pareciera que lo que propone la autoridad municipal, es que los ciudadanos nos enfrentemos los unos a los otros, porque no tiene capacidad o voluntad para tomar cartas en los asuntos de su competencia, y explicarnos el por qué cuando en un domicilio se establecen personas con poco criterio, con vicios y de dudosa calidad moral, ¿cómo pretende el Director de Comercio que un vecino los “denuncie”? De entrada, la población tiene miedo a tener problemas que después no pueda manejar, y segundo el ciudadano no pretende dar a conocer una problemática que ni siquiera será resuelta.
El Ayuntamiento está obligado a velar por el bien, la paz y tranquilidad de los ciudadanos, poniendo en orden a comercios y vecinos por igual; muchos son los ejemplos: talleres que hacen suya la calle, tanques de gas en las calles, apartado de lugares, quema de basura, trabajos de pintura de carros que manchan fachadas, música a niveles estridentes en casas y coches, banquetas utilizadas como lugar de almacenamiento de chatarra o materiales, banquetas cubiertas de hierba, Etc.
Y por supuesto que no es culpa del Ayuntamiento que la población haga eso y más, en lo que sí incurre, es en su falta atención como autoridad cuando unos, violan los derechos de otros, queriendo dejar los problemas a la población, es decir: “si me dicen que hay un problema, lo checo; si no me dicen, ni me meto.” Eso es exactamente, no gobernar. No hay que confundir, realizar obra pública no justifica ser un buen gobierno.
Tema actual es la basura, aplaudimos la iniciativa para que las localidades también separen la basura orgánica e inorgánica. Pues para no ser obsoletos, los ciudadanos de la cabecera municipal pueden ahora subdividir la basura inorgánica en metales, plásticos, vidrio y cartón, para seguir dando ejemplo nacional del cuidado del medio ambiente. Demostremos verdadero progreso siguiendo ideas que benefician a la naturaleza y a todos.
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