“Reducir la desigualdad en y entre los países generará sociedades más hermanas y en paz”
- Juan Carlos Atzin Calderón
La comunidad internacional ha logrado grandes avances en materia de combate a la pobreza. Las naciones más vulnerables, es decir, los países menos adelantados, los países en desarrollo sin litoral y los pequeños Estados insulares en desarrollo, continúan avanzando en el ámbito de la reducción de la pobreza. Sin embargo, siguen existiendo desigualdades y grandes disparidades en el acceso a los servicios sanitarios, educativos y a otros bienes productivos.
A pesar de que la desigualdad de los ingresos entre países ha podido reducirse, dentro de los propios países ha aumentado. Existe un consenso cada vez mayor de que el crecimiento económico no es suficiente para reducir la pobreza si este no es inclusivo ni tiene en cuenta las tres dimensiones del desarrollo sostenible: económica, social y ambiental, toda vez que el estado de pobreza se ve reflejado en estos tres grandes ámbitos que sin duda son de gran importancia hoy día. Afortunadamente, la desigualdad de ingresos se ha reducido tanto entre países como dentro de ellos, ejemplo de ello es que el ingreso per cápita de 60 de los 94 países de los que se tienen datos ha aumentado más rápidamente que el promedio nacional. También se han logrado algunos progresos en la creación de condiciones de acceso favorables para las exportaciones de los países menos adelantados.
Con el fin de reducir la desigualdad, se ha recomendado la aplicación de políticas universales que presten también especial atención a las necesidades de las poblaciones desfavorecidas y marginadas. Es necesario que haya un aumento en el trato libre de aranceles y que se continúen favoreciendo las exportaciones de los países en desarrollo, además de aumentar la participación del voto de los países en desarrollo dentro del Fondo Monetario Internacional (FMI). Por su parte las innovaciones en tecnología pueden ayudar a reducir el elevado costo de transferir dinero para los trabajadores migrantes.
La pobreza se ve reflejada en escenarios verdaderamente lamentables, por mencionar algunos, la evidencia de los países en desarrollo muestra que los niños en el 20 por ciento más pobre de la población tienen hasta tres veces más probabilidades de morir antes de cumplir cinco años que los niños con padres que tienen mayores posibilidades económicas. Aún y cuando la protección social se ha extendido significativamente en todo el mundo, las personas con discapacidad tienen hasta cinco veces más probabilidades de enfrentarse a gastos de salud calificados de catastróficos; viendo claramente en estos dos casos que los sectores más vulnerables siguen en una situación desfavorable no solo en el tema económico, si no que también en otros aspectos.
No solamente la niñez y las personas con discapacidad ven los estragos provocados por la pobreza, también se ven en la mortalidad materna, toda vez que en la mayoría de los países en desarrollo las mujeres de las zonas rurales tienen hasta tres veces más probabilidades de morir durante el parto que las mujeres que viven en centros urbanos, mostrando falta de servicios médicos de calidad o incluso de los propios centros de atención médica y personal.
Cuando hablamos de pobreza, el tema de la desigualdad es eje toral, hasta el 30% de la desigualdad de ingresos en el mundo se debe a la desigualdad dentro de los propios hogares, incluso entre mujeres y hombres, las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de vivir por debajo del 50% del ingreso medio; situaciones que ya deben de cambiar. No callemos ante la desigualdad y no abonemos a la pobreza en ninguna de sus vertientes, ¡AHORA es el CAMBIO!
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