lunes, 1 de abril de 2019

Cuento: La vida de un migrante


Cuento: La vida de un migrante

En esta ocasión cedo mi espacio para publicar el cuento de una estudiante de secundaria, que espero les guste.
Carlos Guzmán

(Primera parte)

Mi nombre es Julio César y vivía en Honduras, digo vivía porque les contaré qué pasó conmigo.

Mi familia tenía una casa muy humilde y teníamos dinero suficiente para costear una comida sencilla cada día. Una mañana como de costumbre me iría a mi escuela, pero de pronto, mi madre me tomó con fuerza y con una mirada profundamente preocupada me dijo estas palabras: Aquí ya no hay espacio para nosotros… 

Me quede paralizada por un momento, gire mi cabeza y vi lo que antes era mi hogar, esto se sintió como mil pequeñas agujas en mi espalda, abandonar mi hogar, mis amigos, mi vida…

Mi madre, mi hermano pequeño yo empezamos a caminar, llegamos a un lugar que desconocía su existencia, no teníamos idea de donde nos encontrábamos, con verdadero temor esperábamos y esperábamos hasta que en un momento empezó a llegar gente de diferente lugares, en eso, le  pregunté a mi madre. ¿Por qué estamos aquí?, vivíamos bien ¿no? Mi madre me miro fríamente y contesto: Esto es un negocio hijo, no lo entiendes ahora, pero algún día lo entenderás. En eso cuando estaba por hacer la última pregunta, vi a toda esa gente gritando y empujándose, no entendía… 

¿A dónde quieren llegar con esto? Un amable caballero con una sonrisa burlesca me contesto: A Estados Unidos, a Estados Unidos.

En ese momento sentí pánico, terror y al igual que ellos corrimos y corrimos, empujándonos entre nosotros, vi como algunas personas derribaban rejas que se encontraban colocadas para evitar que el grupo en el cual me encontraba no pudiera pasar la frontera, colocada entre Guatemala y Chiapas, fueron momentos complicados y con mucha agresividad. La policía que se encontraba resguardando esa parte de la frontera se rindió, se hicieron a un lado temiendo por su seguridad y de pronto en medio de esa multitud entramos corriendo. (Continuará…)
Autora: Vania Crivelli Marin 
Estudiante de la escuela secundaria Efrén Ramírez Hernández

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