martes, 13 de agosto de 2019

Editorial

 El próximo 12 de agosto se celebra el Día Internacional de la Juventud. Ser joven, es motivo de fiesta, de orgullo y de esperanza. Pero en México, la juventud se ha convertido en un problema con el que se debe lidiar constantemente, debido a la educación que han recibido, a la influencia de los medios que hacen una inexplicable apología de la violencia, a la falta de una familia funcional, a la falta de políticas públicas de atención integral y a la falta de oportunidades.

Los jóvenes son parte de uno de los sectores más desfavorecidos de los beneficios económicos y sociales. El programa federal que está atendiendo a los “Ninis” ha dado resultados parciales, pero no como se esperaba. Muchos eluden responsabilidades y otros, al asumirlas, se topan con empresas que no les ofrecen ninguna oportunidad de desarrollo.

Actualmente, la mayor parte de los jóvenes, son una mano de obra más calificada que la que fueron sus padres, pero con menos oportunidades de ser aprovechadas. Esto es entendible porque ahora las economías se rigen por el modelo del libre mercado, en el cual el Estado no interviene, no tiene empresas o no promueve la producción, o no ofrece incentivos para que los empresarios lo hagan.

Ser joven en México es un gran reto, el de mantenerse en un papel de agentes estratégicos de cambio en las políticas públicas del país, de impulsar desde la iniciativa ciudadana la incorporación del tema de la juventud en las agendas políticas del país, con el fin de que cada día se elaboren mejores políticas públicas que garanticen un mejor futuro y desarrollo para este sector de la población mexicana que hoy atraviesa por uno de los peores momentos.

Sin duda, una de las máximas tareas a fortalecer es el empoderamiento de los jóvenes a través de la comunicación,  la solidaridad y, por supuesto, la formación y el rescate de los valores. Hacer entender el valor del esfuerzo, de hacer legítimo el trabajo justo y honrado, formar cadenas de virtud hacia las conductas legales, lejos de la seducción de los terrenos fáciles de hacerse parte de la violencia y beneficiarse del delito. Fomentar el desarrollo educativo, hacia las artes, la pintura, la música, las letras y el desarrollo de la creatividad y las actividades deportivas.

Es momento de incentivar a la juventud haciendo énfasis en la aplicación de valores como la generosidad, el respeto a los demás, la libertad sana y el autocuidado de sí mismos, siendo solidarios con su entorno y su medio ambiente. Recordemos que los jóvenes son México y en ellos está el futuro de la patria y el futuro de nuestra dignidad como un pueblo lleno de fe en ellos, con su fuerza, su energía y sus sonrisas. Feliz Día Internacional de la Juventud… 



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