martes, 4 de febrero de 2020

Desde Teocelo Por Angeheca



Las fiestas patronales de Teocelo son las celebraciones más emblemáticas de este bello municipio y a lo largo de la historia se han desarrollado de diferente manera por los distintos actores que han tenido protagonismo.

En este enero de 2020 lo primero, e histórico, fue que el H. Ayuntamiento de Teocelo presentó más de un cartel de las actividades creando confusión, además se hizo la presentación de la fiesta en Xalapa 3 días después del primer evento de la feria, según el cartel “oficial”, cuando éstos deben ser dados a conocer para darle promoción al evento con semanas de anticipación.

Pocos visitantes en relación a otros años y caos vial, fueron la antesala de una larga y cansada, pero alegre, “bajada del arco”. Como sorpresa, se retomó “el alba”, evento en el cual se hacía baile en “El Calvario” en la madrugada, para llevar mañanitas al Santo festejado, pero se suspendió hace años porque era un evento lleno de alcohol y peleas, pero no fue hasta que hubo una pelea en el atrio de la iglesia que decidieron suspenderla.

Tristemente, en esta ocasión que se retomó, se vio manchada por un suceso violento donde en una pelea un joven fue herido con un arma blanca y de lo cual circula un video en redes sociales de la supuesta agresión. Y al final de cuentas nadie es culpable. Todos se lavan las manos y nadie termina teniendo alguna responsabilidad, y no para castigar, si no para corregir y evitar los actos que nadie quiere. Por el contrario, todos tienen su parte de responsabilidad: el H. Ayuntamiento, los comités organizadores, la iglesia, los vecinos, los padres de familia, Etc.

Así como la población ya cuestiona que los políticos y el propio sacerdote pretendan hacer protagonismo en la fiesta de los santos, también es tiempo de dejar de solapar a quienes utilizan las fiestas de Teocelo para embrutecerse y denigrar el ambiente y los eventos.

Para reflexión queda la, cada vez mayor, solicitud de eliminar los “cuetes” que lastiman y molestan a más vecinos por motivos diversos, sin embargo, esto se ve difícil cuando la autoridad municipal pretende vender como “tradicional” la quema de un ocelote, que no es más que la copia de los tradicionales “toritos” mexicanos.

Teocelo puede posicionarse y proyectarse al hacer adaptaciones y mejoras a sus fiestas en bien de todos, sin oportunistas que buscan la ocasión para promocionarse y con un elevado sentido de fe para quienes la profesan y con un elevado sentido de alegría y empatía para quienes no.

Mientras no haya gobernantes y funcionarios responsables que velen por la seguridad y legalidad en el municipio, los ciudadanos deberán ser responsables y proactivos para que las fiestas sean un éxito, como han dado el ejemplo los vecinos del barrio de “Los Lavaderos”. Bien…

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