La celebración realizada en Xico el sábado pasado, donde cientos, si no es que miles de personas salieron a las calles a participar y observar la “cencerrada”, se puede catalogar como un gran error y una inexplicable irresponsabilidad.
En redes sociales la descalificación, rechazo e insultos por esta práctica fueron totales, desde el momento en que diversos medios cubrían y transmitían el evento en vivo, vía internet. Personas de diversos municipios de la región y otros estados, señalaban la falta de respeto, criterio y conciencia por dicha celebración. Contravinieron todas las medidas de prevención, exponiendo la salud de todos. Xico es un municipio conocido por sus fiestas, pero también por su gente trabajadora. A diario miles de xiqueños salen a trabajar y vender sus servicios y productos a municipios aledaños, como la capital y el resto del Estado; de ahí que sea un municipio próspero, porque “mete” dinero de fuera y no solamente hace circular su capital entre los mismos pobladores.
En esta pandemia, esa fortaleza se convierte en una amenaza para todos, ya que con la aglomeración de tanta gente, pudo haber muchos contagios que estarían viajando, por lo anteriormente comentado, a todo el Estado.
Muchos recriminaron la falta de la autoridad para evitarlo, pero ante la cantidad de gente no parecía viable. También se comenta que, aunque el Ayuntamiento canceló los eventos, por “debajo de la mesa” se dio luz verde a la población para realizar tan arraigadas actividades, con tal de obtener el favor del voto en las próximas elecciones, aunque queda en rumores. Las autoridades eclesiásticas les dieron la espalda pues el vocero de la arquidiócesis de Xalapa no avaló dicho evento.
Sí, se equivocaron. Y vaya que fue un error enorme. Sin embargo, en honor a la verdad, Teocelo ya falló en lo mismo en el mes de marzo, en la pasada fiesta de San José en Monte Blanco, cientos de personas se congregaron para pasear y levantar el arco floral con la aparente anuencia de las autoridades municipales, pues se hizo la “quema del ocelote”, una copia del famoso “torito” con pirotecnia, promovida por la administración municipal actual, pese que el Gobierno del Estado ya había cancelado todas las fiestas patronales y a nivel nacional ya se solicitaba el uso de medidas preventivas.
No así la localidad de Baxtla, que dio el ejemplo al solicitar y publicar en redes, que su fiesta se cancelaba y pidieron a los visitantes no ir a su comunidad. Un ejemplo a seguir a nivel nacional.
La verdadera prueba para Teocelo será en agosto, cuando tiene una de sus dos fiestas patronales grandes. Aunque las cifras de Covid-19 estuvieran a la baja, sería una irresponsabilidad y un atentado a la salud pública que se realizaran eventos que reúnan a un mediano número de personas.
Si Teocelo quiere ser un buen juez y un municipio responsable debería cancelar todos los eventos, con ayuda del Gobierno del Estado, incluidos las reuniones para repetir el rosario, pues este podría ser un medio de contagio. Sin embargo se ve difícil, ya que a la fecha, ni las misas con asistentes se detienen. Teocelo no puede criticar si replica los mismos errores de quienes nos dan la oportunidad de aprender. Ya habrá tiempo para celebrar y festejar.
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