Para quienes quieren contender en la siguiente elección municipal y para quienes deciden, si no los hacen a un lado por una decisión centralista, deben tener claro que la sociedad está cansada y harta de malos gobiernos que no dan resultados positivos y perdurables.
El hartazgo es tan grande que en las últimas elecciones, algunas fuerzas políticas le apostaron a la incredulidad de la mayoría de los ciudadanos para ganar con su “voto duro”. La práctica de compra de conciencia a través de baratijas o dinero sigue siendo recurrente y venderle a la sociedad la imagen perfecta de “x” candidato es tan común como efectivo; el uso de recursos públicos para promover una imagen también es común, pero cada vez menos efectivo porque la sociedad comprende que es parte del trabajo dar los apoyos a la población, pero que no le obligan a apoyar a nadie y menos que se le deba algo.
La población ya vislumbra o habla de quienes ya hacen uso de estas prácticas, por ejemplo, de un joven con cercanía al Gobierno del Estado, el cual se rumora que le llegaron apoyos para repartirlos entre la población y ganar favores. Además de utilizar recursos públicos, otro error que se presume que cometió, es haber dado esos apoyos a personas que no lo necesitaban, es decir, dar material de panadería a quien no es panadero e instrumentos de apicultura a quien no es apicultor; y que presumiblemente ya los venden a la mejor oferta que se les presente.
A nadie le molesta que lleguen los apoyos a Teocelo, pero sí que se otorguen para beneficio propio y distribuirlos sin visión ni orden. Ese papel como suspirantes los hacen malos candidatos y probablemente peores servidores públicos.
Así mismo se comenta de otro personaje que se fue hasta la ciudad de México, con el supuesto apoyo de alguien de alto nivel del Palacio de Gobierno de Veracruz para obtener la candidatura por un partido de izquierda, pasándose por el arco de triunfo a los militantes del Municipio. Si eso le hacen a la base sin aún empezar el proceso electoral, saltando de un partido a otro, como funcionario público seguramente no tendrá oídos para la población, pero sí para sus objetivos personales.
Este tipo de acciones es lo que erróneamente se llama política y probablemente la causa que aleja a los jóvenes de los procesos electorales y de la vida política del municipio y del país.
En un artículo de la Revista de la UNAM, el Dr. Rosendo Bolívar Meza dice: “Generalmente se limita el concepto “política” a un grupo muy reducido de instituciones formales del gobierno y del Estado. Sin embargo, la política está en el centro de toda actividad social colectiva, formal e informal, pública y privada, en todos los grupos humanos, instituciones y sociedades”.
Esa idea debe fijarse y prevalecer en los ciudadanos y jóvenes de Teocelo para que no se desvirtúe como se ha visto en ese bello municipio una de las ciencias más necesarias y peor calificadas: la política.
No todos quienes quieren ser Presidente Municipal van a llegar a serlo, sin embargo, todos aquellos que se sumen a un proyecto que una a Teocelo y logren subir el nivel de vida y política de la población, tendrán más mérito y reconocimiento que quienes ya lo han sido y son la burla y el ejemplo de lo que no se quiere ni se necesita en Teocelo ni en ningún lado.
“Donde la democracia es fuerte, la ciencia política también lo es; donde la democracia es débil, la ciencia política es débil.” Samuel Huntington
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