En materia educativa se está viviendo una nueva etapa desde que comenzó la pandemia. La SEP estructuró un nuevo plan de estudios adaptable, el cual consiste en continuar el desarrollo del proceso de aprendizaje a distancia, de la mano de la tecnología y aplicaciones educativas para los educandos con ayuda de los padres en casa y docentes a distancia.
Esta vez las inscripciones fueron de manera distinta, los padres de familia no tuvieron que hacer largas filas o dormir afuera de las instituciones educativas para alcanzar cupo, sino que todo fue vía plataforma en páginas de la SEV, con ayuda de docentes y directivos; con fecha límite ya que de lo contrario no quedarían inscritos.
Pero se está generando un total descontrol, estrés y pánico en determinado sector de la población, debido a que los padres de familia que no cuentan con habilidades tecnológicas ya que no saben cómo ingresar a las plataformas digitales. Regiones donde no hay servicios de telecomunicaciones o sí existen, pero no las transmiten en su lengua materna. Padres que están más preocupados por lo que van a comer sus hijos que por lo que aprenderán en la televisión. Si con anterioridad la educación en México ha sido insuficiente, desigual y la calidad es incierta, ante esto el acceso y ejercicio del derecho a la educación será menor para los grupos vulnerables, especialmente en las regiones rurales y a eso sumándole la falta de habilidad para las TIC´S (Tecnologías de la información y la comunicación).
Esto es una actividad imprescindible en la cultura actual, es necesario procesar y enfrentarse con instrumentos eficaces ya que los alumnos se enfrentarán a tales problemáticas. Una de ellas será la latente falta de recurso económico en algunas familias, lo cual va a generar bajo rendimiento y bajos niveles de motivación por aprender. ¿Qué pasará con la educación inclusiva, los alumnos que tienen discapacidades o que necesitan un docente de USAER (Unidad de Servicios de Apoyo a la Educación Regular)?
No sabemos cuánto dure esto, si dará los resultados que se esperan porque una cosa es hacer castillos en el cielo elaborando mapas curriculares que a la hora de poner en práctica dentro de la realidad educativa deja mucho que desear.
El quedarse en casa es la preocupación central, lo cual motivó la creación del sistema “Aprende en casa”, pero a pesar de los múltiples esfuerzos que se realizan para los alumnos de distintos niveles, estos fracasan con frecuencia. ¿Será que esta estrategia les facilitará a los educandos el volverse aprendices autónomos, autorregulados, capaces de aprender en un contexto significativo para la metacognición, como siempre se ha deseado y se ha querido como resultado de los mapas curriculares y los planes de estudio desde los diferentes enfoques cognitivos?
¿O simplemente esto incrementará el abandono escolar, el rezago educativo y solo saldrán adelante unos cuantos dejando a un lado al sector de la población con pocas posibilidades? Bueno, es algo que cada uno de nosotros de forma individual guardamos a juicio propio basado en estadísticas, porcentajes y resultados de los últimos años…
No hay comentarios.:
Publicar un comentario