lunes, 31 de agosto de 2020

EDITORIAL

 El próximo martes 1° de septiembre, tal como lo marca la ley, el Presidente de la República deberá rendir su Segundo Informe “sobre el estado general que guarda la administración pública del país”; evento que causa mucha expectación, debido a la crisis que se vive por la pandemia y, en general, por la situación del país.

 

Que el informe de gobierno se rinda el 1° de septiembre se debe al entonces presidente Venustiano Carranza, quien acudió ante el Congreso a informar sobre el estado que guardaba la nación, en cumplimiento de la nueva Constitución de 1917, cuyos Artículos 65 y 69, disponen respectivamente, que el Congreso se reúna el 1º de septiembre de cada año para celebrar sesiones ordinarias y que el Presidente asista a la apertura de sesiones del Congreso para presentar un informe por escrito.


Sin embargo, en el sexenio del ex presidente Felipe Calderón se modificó el artículo 69 y con ello se estableció un nuevo formato, el cual ya no hace obligatoria la presencia del Presidente para entregar el informe; ahora basta con que sea entregado por escrito. Es tarea de cada una de las Cámaras revisar el informe y realizar la glosa, en la que llaman a comparecer a los titulares de las Secretarías. 


Para este controvertido 2020, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que el 1° de septiembre realizará un informe de gobierno desde el patio central de Palacio Nacional y enviará por escrito a la Cámara de Diputados su segundo informe de gobierno.  El coordinador de los Diputados federales de Morena, Mario Delgado, informó que la sesión de Congreso General en la que se dará apertura al tercer año de la LXIV Legislatura del Congreso de la Unión, podría realizarse en el zócalo capitalino o en el Auditorio Nacional, ello para garantizar la sana distancia.


Este año especialmente, debido a la situación del país y a los últimos escándalos de corrupción en los diferentes círculos políticos, además de los más de 60 mil muertos por la pandemia, hacen que el informe sea de mucho mayor interés para los mexicanos, toda vez que hay temas polémicos y preocupantes.


Los empresarios manifiestan nerviosismo por el desplome en la economía, el aumento del desempleo, la caída en la producción, la falta de incentivos a la inversión y la corrupción. Sin dejar de lado los altos niveles de inseguridad, pues la delincuencia aumenta, hay pocos resultados contra el crimen organizado, el narcotráfico, etc.  También existe inquietud debido a que las instituciones, creadas con años de lucha por ciudadanos libres y visionarios, están en peligro de ser borradas por un movimiento que combate los órganos autónomos.


El estilo de gobernar de López Obrador, empeñado en distraer la atención nacional con una trama mediática y propagandística, además de violentar el debido proceso, deja sin atender los grandes temas nacionales. Uno de los más preocupantes es sin duda, la severa crisis en materia de salud, como lo es la escasez de insumos, de equipos, de medicamentos en la pandemia y el creciente número de muertos que ya rebasó los 60 mil y los más de 500 mil casos confirmados. 


Se esperan buenas noticias y grandes anuncios en este Segundo Informe. El país lo necesita y los ciudadanos lo exigen.




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