lunes, 7 de diciembre de 2020

MI OPINIÓN - Benjamín Sánchez Flores

Reversa a la Reforma Electoral de la 4T en Veracruz

 


En el mes de mayo pasado, el Congreso del Estado aprobó el Decreto por el cual se Reformaban y Adicionaban diversas disposiciones, especialmente en materia electoral, dentro de nuestra Constitución Política del Estado de Veracruz, y desde ese momento advertí que se trataba de una Reforma echa al vapor, sin un análisis serio, preciso y profesional, en pocas palabras, una reforma en demasía “fallida”.

 

Es por ello, que después de realizar un estudio profundo de la Reforma, analizando sus aciertos, desaciertos e incoherencias, y como un sentido de congruencia para  los ciudadanos que me permitieron ser el primer Regidor Independiente y Ciudadano de Coatepec, decidí emitir mi voto en contra de la Reforma.

 

Tomé la decisión por dos motivos elementales; por un lado y como fundamento principal, porque se trataba de reformas sin sentido que atentaban contra la democracia, como la desaparición de los Consejos Municipales del OPLE, una labor muy importante para dar seguridad al conteo y manejo de los votos y así, dar certidumbre al proceso electoral o la disminución, sin sentido ni objetivo, a las prerrogativas a los partidos políticos, lo que reflejaba más un impulso desesperado y autoritario.

 

Y, por otro lado, porque nunca he estado ni estaré a favor del juego de intereses personales o de grupo, como los que manejaron el proceso de la Reforma, a la vieja práctica partidista mayoritaria; por lo que no podía estar de acuerdo con una reforma a modo, que, disfrazada de un interés colectivo, busca proteger y privilegiar una investidura estatal.

 

El revés que le propinó la Suprema Corte de Justicia de la Nación a la Reforma Electoral propuesta por el Gobernador Cuitláhuac García, y avalada por los seguidores de la 4T en el Congreso del Estado y en los Cabildos que la autorizaron, es un ejemplo más de cómo no se debe gobernar, ni legislar ni autorizar; en pocas palabras, para la 4T y sus seguidores, todo se aprueba por obediencia y no por conciencia.

 

Lo que no observan, es que esta práctica daña a Veracruz y a los veracruzanos; la reversa a la Reforma Electoral, es una muestra más del poco profesionalismo y capacidad que impera actualmente en Veracruz al momento de Gobernar y Legislar. Esta concepción de las cosas no es justa y debe cambiar.

 

Veracruz requiere de mujeres y hombres capaces, comprometidos y profesionales; no son tiempos de improvisación o de intereses personales; debemos privilegiar en todo momento el interés de Veracruz y de la población; esa es la verdadera misión de todo servidor público.

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